Componentes del Grupo de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, se trasladaron a principios de este mes a Reino Unido, a petición de la Policía de Lincolnshire, para colaborar con ellos en la búsqueda y localización de posibles infraestructuras ilegales de producción de tabaco o drogas.
La operación policial se ha llevado a cabo en una granja situada en el municipio de Skendleby, distrito de Lincolnshire (Reino Unido), donde tras varios días de búsqueda, se han localizado un total de 4 búnkeres a más de 6 metros de profundidad, en cuyo interior se llevaban a cabo distintas fases del cultivo de marihuana.
Estos búnkeres estaban formados por 12 contenedores de transporte, cuyos accesos estaban escondidos, con grandes medidas de seguridad a lo largo de toda la granja, donde además de ser una explotación agrícola y ganadera, también contaba con una planta de reciclaje con más de 300 toneladas de desechos ilegales, hecho este que dificultó la localización de los accesos a los búnkeres.
Tres personas fueron detenidas y según informan autoridades británicas, el valor de las sustancias intervenidas sobrepasaría las 550.000 libras.
La Operación Hannibal del la Guardia civil localizó la primera fábrica “underground” localizada en Europa
El pasado mes de febrero, el Grupo de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en colaboración con EUROPOL, desmanteló en el marco de la Operación HANNIBAL una organización criminal internacional, asentada en la provincia de Málaga, dedicada principalmente al tráfico de sustancias estupefacientes y a la producción ilícita de grandes cantidades de tabaco para su posterior distribución en otros países de la Unión Europea.
Esta organización, dirigida por ciudadanos de nacionalidad inglesa, había instalado y puesto en marcha a lo largo del año 2019, una fábrica ilícita de tabaco subterránea en la localidad de Monda (Málaga), la primera fábrica “underground” localizada en Europa. Dichas instalaciones se encontraban ocultas a 4 metros bajo el suelo de varias cuadras de caballos, donde se albergaba tanto el material y la maquinaria necesaria para producir 3.500 cigarrillos a la hora, como los trabajadores de nacionalidad ucraniana con conocimientos técnicos y experiencia en la manufacturación de cigarrillos. Además de tabaco falsificado se intervino gran cantidad de hachís y de marihuana, desconociendo hasta ese momento su origen.
Una vez analizada toda la toda la información obtenida en esta operación y compartida con otros cuerpos policiales a nivel internacional, la Guardia Civil recibió la solicitud de colaboración de la Policía de Lincolnshire, ante la posibilidad de haber localizado una casuística similar en su territorio como así se ha confirmado.