El autor desató el caos en pleno centro de Granada, cuando comenzó a disparar con el arma que había quitado a un policía.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 20:30 horas de este martes, en las proximidades de la Catedral de la ciudad granadina, cuando un hombre fue reprendido por un policía nacional, por fumar cachimba y no usar mascarilla.
El hombre comenzó a discutir con los agentes y a mostrarse violento, derivando la intervención en un forcejeo durante el cual llegó a apropiarse del arma reglamentaria de uno de los actuantes. Acto seguido, amenazó a los policías y ciudadanos con comenzar un tiroteo.
Fue entonces cuando los agentes lograron parapetarse detrás de un vehículo de limpieza y advirtieron de que tirase el arma haciendo caso omiso a sus órdenes. Dada la gravedad de la amenaza y riesgo inminente para la vida de los intervinientes o de cualquier ciudadano, el compañero del agente, procedió a abrir fuego y neutralizar al sujeto al objeto de desarmarlo.
La profesionalidad de los actuantes y acierto durante la intervención derivó en su posterior detención sin lamentar ninguna víctima.
Los agentes no revisten lesiones de gravedad más que las derivadas del forcejeo y el detenido fue trasladado en ambulancia hasta el hospital, no teniendo noticias del pronóstico hasta el momento.
“Un loco se ha puesto a disparar”
El comentario más repetido por los ciudadanos que se encontraban por la zona en el momento del tiroteo fue que “un loco se ha puesto a disparar”.
El revuelo que se produjo fue muy grande, al ser una zona céntrica muy transitada, dando un gran susto a transeúntes, vecinos y comerciantes de la zona.
La gente comenzó a correr al escuchar los disparos y los gritos.
Cerca de una decena de vehículos policiales acudieron al lugar, acordonando la zona y realizando una inspección ocular, examinando todo con detalle.
La explicación hasta el momento es que el hombre, del cual se desconoce la identidad comenzó a discutir con los agentes mostrando una actitud hostil hacia las fuerzas del orden que le había recriminado que no llevara la mascarilla y por fumando cachimba en la vía pública.
Precisamente, uno de los sucesos más lamentables de los últimos años en Granada es la muerte de un guardia civil en servicio al que un delincuente, el Kiki, le robó el arma para luego acabar con su vida. Afortunadamente, en esta ocasión el desenlace no favoreció al detenido aunque no debemos olvidar la urgente necesidad de dotar de fundas antihurto a todos los policías que prestan su servicio en las brigadas de Seguridad Ciudadana.
Sin comentarios, cada vez es más frecuente que lunáticos como estos planten cara a la autoridad y hagan lo que quieran con ellos, llegará un momento en el que la autoridad compentente en un lugar sea quién mas se hace respetar, dejando de lado a quienes por ley son la autoridad competente.
Pero el problema no solo es que este individuo cargue contra la Policía (que también) sino que una persona a voluntad propia pueda arrebatarle el arma a un agente, y lo único que se lo impida sea su propia moral y no la imposibilidad de hacerlo por la propia seguridad del arma.
No saben la cantidad de veces que he pasado cerca de agentes de todos los cuerpos, Guardia Civil, Policía Nacional, Local y he visto el arma en el cinturón y es tirarme las manos a la cabeza por la deficiencia del conjunto funda/cinturón.
Que parece que el agente pega un trote rápido y el arma va al suelo.
Ya sabemos que hace no mucho en Granada creo que sucedió un hombre le quitó el arma a un Guardia Civil y lo asesinó. Y la cosa sigue igual.
Doten a los agentes de fundas y cinturones de refuerzo, con enganche de seguridad y de buenos materiales, fundas nivel 3 antihurto y se acabarán (os lo aseguro) los robos de armas a FFCCS, que no los intentos, pero dígame alguien la posibilidad que hay de arrebatar una arma en una funda nivel 3 a un agente.
Paracticamente 0%
Toda una vergüenza, y los agentes a pagar la cuenta como siempre.
Saludos H50.