La tranquilidad de este domingo se ha visto gravemente alterada por la violentas protestas en vía pública protagonizadas por un centenar de temporeros que se encontraban en cuarentena forzoza desde el viernes por alto riesgo de contagio a la población por el COVID-19, en el asentamiento ilegal de la carreta de Peñas (Albacete). Se han confirmado 21 casos positivos entre estos inmigrantes.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 12 horas del mediodía. Un nutrido grupo de inmigrantes temporeros decidían saltarse las restricciones de movilidad implantadas por las autoridades para sembrar el caos en las calles de Albacete y arremeter contra todo lo que encontraban a su paso.
Numerosos vídeos sobre este extremo no tardaron en inundar las redes sociales. En ellos se observa la desmedida violencia ejercida por algunos de los alborotadores que llegaron incluso a bloquear un furgón de la UPR de la Policía Nacional, que trataba de acceder al lugar para reponer la paz ciudadana.
Los periodistas o espontáneos que decidieron grabar lo sucedido también fueron víctimas de amenazas y agresiones por parte de algunos exaltados, a los que incluso llegaron a tirarles piedras. Algunos de esos inmigrantes también procedieron a cortar el tráfico rodado mediante coacciones a los conductores, sin importarles en absoluto la presencia policial.
Numerosos vecinos tuvieron que refugiarse en sus casas o portales y la gran parte de los establecimientos de hostelería tuvieron que cerrar sus persianas ante la ofensiva de los temporeros, lo que provocó cuantiosas perdidas en estos negocios.
Y es que apenas dos indicativos de la Policía Nacional, y otros tantos de la Policía Local, eran insuficientes para frenar aquella muchedumbre descontrolada, empeñada en romper todo aquello que en encontraban a su paso.
¿El motivo? aparentemente su desacuerdo por no poder trabajar por las medidas de confinamiento adoptadas por las autoridades debido a los últimos rebrotes por coronavirus en algunos lugares de Castilla-La Mancha.
Sin medios personales ni material antidisturbios, a excepción de algunos escudos o cascos, parece un milagro que finalmente los agentes hayan podido contener la situación sin lamentar daños personales. Sobre las 14.30 horas, el orden ciudadano se encontraba restablecido, toda vez que los inmigrantes participantes en los altercados decidieron regresar al asentamiento ilegal que ocupan hasta la fecha. Las medidas de seguridad, como no podía ser de otra manera, se han incrementado notablemente.
21 inmigrantes dieron positivos por Covid-19
De momento, ya hay 21 casos de Covid confirmados entre los cerca de 500 inmigrantes que viven en este asentamiento ilegal, en la antigua nave de Cereales Saltó, aunque se han hecho algo menos de 400 pruebas, que se siguen realizando, por lo que no se descarta que puedan aparecer más contagios.
Los casos confirmados están siendo derivados al pabellón del IES Tomás Navarro Tomás para confinarles allí.