“Se puso histérica y le abracé el cuello con fuerza para tranquilizarla”, manifestó Rubén M.S. en el juicio.
Los hechos se remontan a octubre de 2016, en la localidad valenciana de Chella, cuando la víctima, una menor de 15 años, Vanessa Ferrer acudió engañada a la casa de Rubén. Éste le dijo a Vanessa que allí habría más amigos, cuando realmente estaban solos. Rubén la habría violado hasta en dos ocasiones, estrangulándola posteriormente hasta asfixiarla y tirarla finalmente a un vertedero de animales.
Para el traslado del cuerpo sin vida de Vanessa hasta el vertedero, pidió el coche a un amigo, el cual notó a Rubén una conducta extraña, y al enterarse de la desaparición de Vanessa, acudió a la Guardia Civil para contarles lo sucedido.
“Se puso histérica y le abracé el cuello con fuerza para tranquilizarla, quizás me excedí”
En el juicio, Rubén ha optado por contestar únicamente a las preguntas de su abogado, no contestando las de la Fiscalía, ni las de la acusación particular.
El acusado ha negado que violara y cualquier tipo de relación sexual con la víctima, enfocándose su defensa a que la mató de forma accidental y que las lesiones que presentaba el cuerpo de Vanessa fueron producto de los intentos que realizó por reanimarla y de arrastrar su cuerpo ya sin vida hasta la fosa de Chella.
Vanessa tenía 15 años y Rubén 21
Rubén ha mantenido en su declaración que no engañó a Vanessa para llevarla a su casa, “no fue una encerrona”, manifestó.
Siguió declarando que Vanessa se enfadó cuando le dijo que le gustaba otra chica.
“Se puso histérica y le abracé el cuello con fuerza para tranquilizarla, quizás me excedí”, argumentó Rubén, “Era un encanto de chica, yo no le quería hacer daño, he destrozado dos familias, la de Vanessa y la mía”, finalizó.
Las acusaciones piden la prisión permanente revisable
Una de las defensas del acusado, se basa en decir que ese día había consumido gran cantidad de sustancias estupefacientes, en concreto, hasta cinco gramos de cocaína, junto con marihuana y alcohol, si bien en los análisis de cabello realizados no se hallaron restos de consumo de drogas.
Según el acusado, “cuando consumía tenía problemas de agresividad”, el cual estuvo yendo 18 meses a la UCA (Unidad de Conductas Adictivas).
Orden de alejamiento
Rubén reconoció tener una orden de alejamiento de su anterior pareja, por lo que nadie creería que lo que pasó con Vanessa fue un accidente, por eso llamó a su amigo para que le prestara el coche y arrojar el cadáver de Vanessa al vertedero para que nadie lo encontrara.
A ver si cuando el criminal no es español dan tantos detalles.¿OK?
En resumen: un tío de 21 años coge a una niña de quince años, la engaña diciendo que hay más gente allí, la viola (lo de las dos veces es porque en la autopsia hay también violacion anal, con restos de él, aunque siga manteniendo que no hizo nada, claro, un cobarde que hace eso, qué va a decir?!!! ), le da un palizón a la niña (muchos golpes en la cara, q el forense no atribuye a la caída por el despeñadero ya que quedó enganchada en unas ramas sin llegar al fondo), la tira por un barranco (ocultación de cadáver) donde se tiran animales muertos… Y ya cuando lo van a trincar (porque la encuentran) confiesa asustado que se había hecho unas dos o tres rallitas (un gramo entre cinco) y se había bebido unas cerves.
Y piden sólo 4 años.
PRISION PERMANENTE REVISABLE.
Si en este caso no se aplica esta condena, no se entonces para que existe.