El 10 de julio de 1997, la banda de asesinos ETA secuestraba en Éibar al concejal del Partido Popular Miguel Ángel Blanco Garrido y daba 48 horas al Gobierno para algo imposible de cumplir.
Hace 24 años, a mediodía de un viernes, secuestraban al concejal del Partido Popular de la localidad de Ermua Miguel Ángel Blanco, con la finalidad de ejecutarlo en un plazo de 48 horas, tras imponer un ultimátum al Gobierno, imposible de realizar, trasladar al País Vasco a todos los presos de ETA.
Pasadas las 48 horas, tres miembros de ETA introdujeron a Miguel Ángel Blanco en el maletero de un coche, lo trasladaron hasta un descampado y tras obligarlo a ponerse de rodillas le dispararon dos veces en la cabeza.
Miguel Ángel Blanco, nacido en la localidad de Junquera de Espadañedo (Orense), fue concejal del Partido Popular en la localidad vizcaína de Ermua.
El 10 de julio tres etarras le secuestraron, exigiendo el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco
El Gobierno se negó a ceder al chantaje de los terroristas y dos días después fue disparado en un descampado, muriendo la madrugada del día 13.
Licenciado en Ciencias Económicas, Miguel Ángel trabajó como albañil con su padre, hasta que consiguió un trabajo en la consultoría Eman Consulting, en Eibar.
En 1995 consiguió un acta de concejal al cuadriplicar el PP los anteriores resultados en Ermua.
Los etarras Francisco García, alias “Txapote”, Irantzu Gallastegui, alias “Nora” y José Luís Gereste, alias “Oker”, localizaron y secuestraron a Miguel Ángel el día 10 de julio de 1997 a las 15:30 cuando se bajaba del tren para acudir al trabajo, introduciéndole en un vehículo oscuro.
Tres horas después, a las 18:30, los etarras pidieron a través de un comunicado el acercamiento de presos de ETA a las cárceles vascas. Si no accedían a sus peticiones antes de las 16:00 horas del sábado 12, asesinarían a Miguel Ángel Blanco.
Era la crónica de una muerte anunciada
El Gobierno Central, presidido por José María Aznar se negó a acercar a los presos, no accediendo así a las exigencias de los terroristas.
48 horas después del secuestro, a las 16:50, mientras “Oker” le obligaba a ponerse de rodillas con las manos en la espalda, Txapote le disparaba dos tiros en la cabeza.
Fue encontrado por dos personas y trasladado con vida a la Residencia Sanitaria de Nuestra Señora de Aránzazu, si bien no pudo resistir las heridas de bala, falleciendo la madrugada del día 13 de julio de 1997.
El asesinato de Miguel Ángel hizo surgir el llamado Espíritu de Ermua.
Las organizaciones y muestras de repulsa en contra de la violencia de ETA aumentaron.
El 30 de junio de 2006 los etarras Txapote y Nora fueron juzgados (Oker se suicidó dos años después del asesinato). Fueron condenados a 50 años de prisión.