De los sanitarios caídos, los que han estado y están “en primera línea de esta guerra”, sin pensar en las consecuencias, con escasos medios, pero demostrando una condición humana jamás vista.
De los policías, de los guardias civiles, policías municipales, vigilantes, bomberos… todo el personal de seguridad y asistencia, que ha luchando para que esto acabe cuanto antes. Su valor y dedicación diario, poniendo en peligro incluso a sus propias familias, cuando regresaban a casa. Muchos han dejado de estar entre nosotros.
De repartidores, personal de supermercados, camioneros… todos aquellos que han hecho más fácil el encierro y que también se han ido.
De TODOS LOS FALLECIDOS, por las familias que lloran a un ser querido, en muchos casos se fue sin poder despedirlo.
A vosotros políticos… No es el momento de analizar responsabilidades, pero todo llegará.
Hoy, por todas esas personas con nombre y apellidos, no permitamos que formen parte una simple “curva”.
En nuestro recuerdo, siempre presentes.