El Juzgado de Intrucción número 2 de Corcubión ha enviado a prisión a un vecino de Vimianzo (A Coruña) por saltarse la cuarentena, decretada por el estado de alarma, hasta en once ocasiones. Cuando era pillado por los agentes simplemente esbozaba una sonrisa y decía aburrirse en casa.
La primera vez que fue sorprendido y denunciado por la Guardia Civil saltándose el confinamiento fue el pasado 22 de marzo, en una gasolinera de la localidad, a la que acudía asiduamente a lo largo del día sin justificación aparente.
A partir de ahí, sería pillado y propuesto para sanción en numerosas ocasiones por pasearse por la localidad, desafiando los límites del confinamiento y poniendo en riesgo a la población. Además, solía dirigirse a los agentes en clave de mofa y de forma desafiante, recurriendo a excusas banales como estirar las piernas o sentirse aburrido para saltarse a la torera el real decreto.
El día 30 sería detenido por primera vez por su continuas reincidencias, acusado de un presunto delito de desobediencia a los agentes de la autoridad. Sin embargo, en esa ocasión, el titular del juzgado número 2 de Corcubión, decreta ponerlo en libertad con cargos.
Sin embargo, la sonrisa de la cara y su gesto despreocupado se le borró de un plumazo el pasado 9 de abril cuando el juez ordenó su ingreso en prisión provisional, tras haber sido detenido nuevamente por la Guardia Civil, imputándosele hechos similares.
El próximo 20 de abril está previsto que sea juzgado por las reiteradas desobediencias presuntamente cometidas en el Juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña. Mientras tanto tendrá que permanecer encarcelado en el centro penitenciario de Teixero.