Los turnos estancos se postulan como una solución tan urgente como necesaria para contener la expansión del coronavirus entre los profesionales de la seguridad. Se trata de una medida excepcional, no regulada, que minimizaría el contacto entre funcionarios y evitaría contagios entre los policías.
El objetivo es garantizar la mayor disposición posible de efectivos evitando una reducción de las plantillas por situaciones de contagio o cuarentena.
Recordemos que los policías y guardias civiles desarrollan sus servicios de seguridad ciudadana cubriendo la franja horaria de 24 horas. El desarrollo de estas funciones implica la rotación entre compañeros y solape de grupos de trabajo con su correspondiente riesgo de contagio de COVID-19.
Una solución para hacer frente a la pandemia parece ser el 3×3, un turno que aplicaría la cadencia MTNSLL. Actualmente, no es un turno reglamentario aunque garantizaría la disposición de seis turnos estancos y no once según contemplan algunos modelos de las actuales jornadas laborales.
Otra opción que contemplan las organizaciones sindicales y asociaciones es la implantación del conocido como “sexto turno”. Se trata de un modelo actualmente demandado y que se ha exigido en reiteradas ocasiones su entrada en vigor. Los agentes pararían a realizar un MMTTNN con sus equivalentes en días de libranza.
Son momentos en los que “toca poner el uniforme”, donde la plena disponibilidad de efectivos es fundamental para dar cumplimiento a las órdenes dictadas por el Real Decreto del Gobierno.
Por otro lado, hay que tener en cuenta la “ventaja” de tener plena capacidad de patrullar por parte de un alto porcentaje de funcionarios de cada dependencia y que la dinámica de las labores acorde a la especialidad de los agentes (policía judicial, extranjería, información…) se han visto notoriamente trastocada.
Es un factor importante para tener en cuenta a la hora de decidir la implantación de una modalidad de turnos de 5 laborables – 15 libres o siete laborales – 14 libre. Unas variantes que tratarían de respetar los días de cuarentena marcados por Sanidad.
Sea cual sea la opción consensuada, ya no se trata de librar más o menos, echar hora arriba u hora abajo. La vocación y entrega de los agentes está más que demostrada con sus propias acciones. Para cualquier miembro de las FFCCS, el orgullo de salvar una vida es mucho más gratificante que cualquier detención.
Cualquier opción es factible, siempre pensando en que los días no operativos un profesional puede evaluar su estado de salud y determinar si presenta sintomatología para así evitar más contagios.
Otras opciones que se presentan como complementos son la de doblar turno o incluir servicios de localización permanente. Todas ellas, medidas que fijan su objetivo final en graduar los recursos humanos para no poner en riesgo la operatividad.
Sea como sea, son momento cruciales donde más que nunca es necesario el liderazgo de mandos que obren con determinación y eficacia. Cualidades exigentes ante situaciones de emergencias y crisis como la actual donde una acertada decisión tomada a tiempo puede ser crucial para salvar muchas vidas.
Cómo limpiar un vehículo policial y el material de uso compartido
Sea cual sea la propuesta definitiva, convendría que estuviese amparada por un protocolo de prevención de riesgos laborales donde se contemplen medidas de minimización del riesgo de contagio. Entre ellas, la disposición de una exhaustiva limpieza de los equipos y vehículos patrulla o cualquier otro elemento de uso común tales como equipos de transmisiones.
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