La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal formado por ocho personas de origen marroquí, argelino y español, dedicadas a perpetrar robos con violencia en domicilios de la provincia de Alicante. Se le atribuyen, al menos, 25 asaltos a viviendas empleando armas de fuego como medio para intimidar a sus moradores.
El grupo criminal poseía su base de operaciones en la región de Murcia. Desde allí se desplazaban en coche hasta la provincia alicantina, empleando en ocasiones un vehículo lanzadera que pudiera informar sobre la existencia de controles policiales.
Se caracterizaban por protagonizar asaltos violentos, sin importarles que las viviendas estuvieran habitadas. Empleando armas de fuego, como una escopeta, encañonaban a los moradores con intención de intimidarles, los cuales se encontraban durmiendo en la mayoría de las ocasiones.
Asimismo, no dudaban en golpear a su víctimas, tirándolas contra el suelo y atando sus manos con bridas para facilitar el robo. Todo formaba parte de una plan perfectamente orquestado.
Dada la gravedad de los hechos, el Grupo de Crimen Organizado de Alicante en colaboración con la brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Denia, iniciaron una ardua investigación en diciembre que ha culminado con la detención de todos los miembros de la banda.
Se trataba de ochos componentes, seis hombres y dos mujeres, con edades comprendidas entre los 25 y 33 años, y nacionalidades argelinas, marroquí y española.
Durante los seis registros domiciliarios practicados en Murcia, donde tenían sus domicilios, se incautaron diversos equipos informáticos y electrónicos, equipos mecánicos, mosquetones, correas, numerosas joyas y dinero en efectivo y tres vehículos.
Los detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número tres de Denia que decretó el ingreso en prisión provisional de todos los miembros de banda.
