La soledad del mando

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Estar al mando implica estar siempre en el punto de mira de los de arriba y de los que están por debajo.

En las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se hace más latente esa soledad, en la que, como norma general, el ser mando implica despacho propio, aislándose en muchas ocasiones de los agentes a su cargo.

Estar al mando implica tomar decisiones difíciles, algunas trascendentales para el funcionamiento del grupo y se tome el camino que se tome, será aplaudido por algunos y criticado por otros.
Los sangre azul y los de promoción.

En la Policía Nacional, existen dos tipos de jefes, los llamados “sangre azul”, que entraron directamente en el cuerpo como Inspectores, y el resto que provienen de promoción interna desde la escala básica.

En la Guardia Civil ocurre exactamente lo mismo. Existe la oposición libre para entrar directamente en la escala de oficiales.

Aunque el ser un buen mando depende de la personalidad de cada persona en muchos aspectos, en muchos casos se aprecia la diferencia entre los “sangre azul” y los de promoción interna.

Los que vienen de abajo, saben mejor que nadie, cuales son los problemas que tienen sus subordinados, puesto que han estado ahí y vivieron y sufrieron esos mismos problemas, por lo que por norma general su empatía es mayor.

No obstante, estarán siempre en el punto de mira, tanto de sus superiores, como de los policías y guardias civiles que estén a su mando.

Si hace poco que asumió el mando, aún le faltará experiencia, pero si por el contrario lo ejerce desde hace tiempo, será hora de cambiarlo.

Si centraliza todo en su persona, debería de delegar, pero si delega mucho es que no quiere hacer nada.

Si discute con sus superiores, es un mando conflictivo, pero si no lo hace es un trepa sin personalidad.

Si medita mucho las decisiones, es que es un indeciso. Por el contrario no las medita, es un impulsivo que no se para a medir las posibles consecuencias.

Si fiscaliza el trabajo es que no se fía de ellos, pero si les da mucha libertad, es que no le interesa lo que hacen.

Todas sus decisiones serán cuestionadas y criticadas en la mayoría de los casos, por unos o por otros.

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