Antonio Montalbán, un guardia civil destinado en Sant Antoni (Ibiza), ha salvado la vida de un hombre de 47 años en un centro comercial de Murcia, lugar donde se encobraba pasando unos días de vacaciones. Su rápida respuesta, evitó que la víctima muriera atragantado.
El destino quiso Antonio se encontrara aquella mañana desayunando en el centro comercial en el que se sucedieron los hechos. Justo a su lado, había un hombre con signos de ahogamiento, acompañado de una mujer que gritaba auxilio desesperadamente.
Fue entonces cuando el agente de vacaciones, sin tiempo que perder, practicó a la víctima la maniobra de Heimlich, técnica consistente en comprimir el abdomen para inducir la expulsión del objeto de la garganta o la laringe.
Tras varios minutos angustiosos, el guardia civil conseguiría destaponar las vías respiratorias de la víctima, al expulsar éste el trozo de comida que las mantenía obstruida. El hombre, agradecido, se fundió entre sus brazos como signo de agradecimiento. Al fin al cabo, aquel desconocido que resultó ser guardia civil, le salvó la vida.