La Guardia Civil ha detenido en Turquía a M.Q., de 28 años de edad, nacido en Oujda (Marruecos), en virtud de la Orden Internacional de Detención emitida por el Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional, a instancias de la Guardia Civil, bajo la acusación de integración en organización terrorista.
Tras residir y trabajar durante varios años en el archipiélago balear, el detenido se desplazó por cuestiones laborales a otro país europeo, en el que permaneció hasta principios de 2017, desde el que luego viajaría a Turquía y posteriormente a Siria. Durante este último periodo M.Q. experimentó un profundo proceso de radicalización, que se evidenció tanto en su comportamiento como en su aspecto exterior.
La decisión de retornar a sus países de origen o residencia de algunos de estos combatientes terroristas extranjeros (FTF), tras la derrota militar del DAESH y la consiguiente pérdida de su territorio, así como más recientemente la muerte del líder del grupo, Abu Bakr al-Baghdadi, en muchos casos obedece a un cambio de la estrategia del grupo para asegurar su subsistencia, retirando a sus combatientes de la primera línea y dispersándolos a la espera de nuevos objetivos. Por lo tanto se valora que este sujeto es un riesgo evidente para la seguridad de nuestro país, tras haber sido formado tanto doctrinal como militarmente y haber participado en acciones de combate.
La Guardia Civil, en su labor de prevención y monitorización de cualquier actividad relacionada con el terrorismo, presta especial atención a todos los individuos que, tras su paso por nuestro país, se han desplazado a zonas de conflicto para integrarse en las filas de algún grupo terrorista. A tal efecto resulta de especial importancia la estrecha colaboración con los servicios policiales turcos, dada la estratégica situación de su país en relación a la mencionada zona de conflicto sirio-iraquí.
Esta labor, desarrollada desde el inicio del conflicto sirio-iraquí, se ha intensificado desde que la derrota militar del DAESH dejase sin expectativas a los combatientes extranjeros allí desplazados, ante la posibilidad, ahora confirmada, de que alguno de ellos pudiera optar por retornar a su país de origen o residencia.
Desde la elevación al nivel 4 de alerta antiterrorista el pasado 26 de junio de 2015, la Guardia Civil ha potenciado todas las investigaciones relacionadas con las estructuras y actividades vinculadas con el terrorismo, especialmente aquellas en las que aparecen involucrados individuos residentes o con algún tipo de vinculación con España.