Columna de Ricardo Magaz en h50 Digital Policial. “CRÓNICAS DEL NUEVE PARABELLUM”.
LA NAVAJA DE OCKHAM; MÉTODO PARA EL CRIMEN
El principio de la navaja de Ockham es una regla sobre el sentido común, una pauta metodológica y filosófica según la cual, en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla es la que normalmente resulta correcta.
TEORÍA CON POSIBILIDADES
Esta reflexión se le atribuye al monje y filósofo Guillermo de Ockham que en el siglo XIV dio carta de naturaleza al cálculo de que cuando dos teorías similares poseen idénticas repercusiones, la más simple tiene mayores probabilidades de ser la buena. No obstante, puede haber excepciones ya que no se trata de un criterio irrefutable, pero si el apropiado como procedimiento.
AFEITAR A PLATÓN
Acaso por ello le dieron al término “navaja” un sentido figurado con el que afeitar las barbas del mismísimo Platón y por consiguiente su tradición filosófica a menudo intrincada. La idea es no complicar las cosas innecesariamente si pueden ser directas o naturales, lo que no justifica la ineptitud ni impide realizar una tarea de calidad o acometer con rigor una investigación académica, científica o de otra naturaleza, verbigracia la policial.
En campos tan dispares como la lingüística, la criminología o la criminalística se recurre con frecuencia a la navaja de Ockham para canalizar los primeros afanes. Pero no debemos equivocarnos, la sencillez y la claridad sólo se logran con el esfuerzo y el trabajo bien hecho. Nada es gratis.
(*) Ricardo Magaz es profesor de Fenomenología Criminal en la UNED, ensayista y miembro de la Policía Nacional (s/a)
