En una investigación conjunta de la Policía Nacional y de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria ha sido desarticulada una organización de narcotraficantes asentada en la provincia de Málaga dedicada al tráfico de importantes cantidades de hachís.
En la operación Caravan han sido intervenidos 1.200 kilos de hachís, una embarcación semirrígida de 12 metros de eslora con tres motores, un camión tráiler con remolque, material electrónico de navegación marítima y ropa estanca para el pilotaje de narcolanchas, entre otros efectos, y han sido detenidas 15 personas de origen español y árabe por su presunta implicación en la trama.
Un “vuelco” entre los miembros de la organización
La investigación se inició con motivo de un robo con violencia -“vuelco” en el argot policial- ocurrido en el mes de mayo en el barrio de Puerto de la Torre, en Málaga capital, durante un transporte de sustancia estupefaciente que la organización criminal trasladaba para su ocultación en Almogía (Málaga).
Los agentes lograron interceptar el transporte por carretera y aprehender 870 kilogramos de hachís, iniciándose así las investigaciones por las unidades policiales actuantes. Las gestiones dieron lugar a la detención de varias personas, determinándose que el “vuelco” se produjo como consecuencia de las desavenencias de uno de los miembros de la organización con respecto al resto del grupo.
Dos fases de explotación
Esta investigación ha sido explotada en dos fases. En una primera se pudo determinar la presencia de dos miembros de la organización dedicados al transporte y custodia de estupefacientes en las inmediaciones del Polígono Guadalhorce, adoptando los investigados grandes medidas de seguridad.
Continuando con las pesquisas, a comienzos del mes de octubre, se detectó una furgoneta que era conducida con la escolta de otros dos vehículos hacia La Línea de la Concepción (Cádiz) transportando 330 kilogramos de hachís distribuidos en 11 fardos. En el viaje de vuelta a Málaga se interceptó la furgoneta y se detuvo a su conductor y a otro integrante que conducía uno de los coches de escolta.
El segundo vehículo de apoyo, denominado “lanzadera”, emprendió una huida que llevó desde el peaje Estepona-Guadiaro de la autopista AP7, en Manilva, hasta la zona de Plaza de Toros Vieja, en Málaga capital. Durante la persecución, los dos ocupantes de este coche desoyeron las indicaciones de las patrullas llegando incluso a embestir y causar daños a tres vehículos policiales hasta que finalmente eran detenidos.
A finales de noviembre los investigadores detectaron como miembros de la trama estaban en disposición de transportar una embarcación semirrígida, de las denominadas “narcolanchas”, con el fin de ser utilizada para el transporte de sustancias estupefacientes.
De este modo se localizaba en Cártama (Málaga) un camión tráiler portando un semirremolque de lona, cuyo titular era una de las personas que los dirigentes de la organización utilizaban como “hombre de paja” para poner diversas propiedades a su nombre. El camión tráiler fue interceptado en las inmediaciones del río Guadalquivir, a su paso por el municipio de Lebrija (Sevilla) y, aprovechando el momento en el que se disponían a entregar la embarcación para su lanzamiento a las aguas del río, los agentes detuvieron a tres personas e intervinieron la “narcolancha” de unos 12 metros de eslora y tres motores -con una potencia total de 1050 cv-.
Incautados trajes de agua estancos
Finalmente a principios del mes de diciembre, en coordinación con el Juzgado de Instrucción Número Uno de Málaga, se procedió a la detención de cinco integrantes de la organización criminal entre los que se encontraban sus máximos dirigentes. Durante el dispositivo se practicaron tres registros domiciliarios en los que se intervinieron 44.000 euros en efectivo, abundante material electrónico de navegación marítima y ocho trajes de agua estancos destinados a los miembros de la tripulación de las “narcolanchas”.
Una de las viviendas era utilizada por uno de los dirigentes como punto de concentración de las tripulaciones de las “narcolanchas”, encontrándose en el mismo el material especificado, además de dos tabletas de hachís de las llamadas “muestras”, dos libros de contabilidad, además de cuatro bidones estancos con comida aún fresca, destinada a miembros de las tripulaciones que se encuentran en alta mar a la espera de cargar la sustancia estupefaciente que buscan alijar en la costa.
Con la operación Caravan se desarticula una de las organizaciones criminales más activas asentada en la provincia de Málaga.