Media hora es el tiempo que han necesitado la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional y la Brigada Movil (Brimo) de los Mossos d´Esquadra para despejar la AP-7, cortada a su paso por Girona, durante la tarde de ayer, por 300 radicales independentistas.
La BRIMO tuvo que abrirse paso empleando munición de foam para frenar los ataques en forma de pedradas por parte de lo exaltados, originándose una verdadera batalla campal, donde no faltaron las barricadas ardientes, en esta ocasión empleando árboles.
Pese a la virulencia mostrada por los independentistas, las unidades antidisturbios de ambos cuerpos, haciendo gala de una gran compenetración, se hicieron en menos de media hora con el control de la situación, despejando la autopista de personas hostiles.
La autopista llevaba cortada cerca de 16 horas por centenares de violentos, siguiendo las instrucciones de bloqueo de Tsunami Democràtic y refugiados en la insolente permisividad de la clase política.
Durante el bloqueo nocturno, se permitieron el lujo de instalar equipos de sonido en medio de la vía para celebrar un concierto ofrecido por grupos musicales afines al movimiento independentista.
Mientras, miles de conductores vivían situaciones de angustia y bloqueo, obligados, muchos de ellos, a pernoctar en sus vehículos. Además, el colapso ocasionado desembocó en pérdidas millonarias irreparables.
