En Octubre de 1977, desde el balcón del Palacio de la Generalitat, el presidente Tarradellas, pronunció una frase que ha quedado para la historia:“Ja sóc aquí!”.
Lo dijo delante de miles de ciudadanos de Cataluña, que en aquel momento representaban a millones de españoles que creían que aquello era el paso final para acabar con la dictadura.
Hizo un discurso que recomiendo leer ahora que hablamos de la historia, de 500 años de historia, pero sobre todo de 40 años de historia democrática. Hizo un discurso del que me permito traer un párrafo hoy aquí. Dijo: “Ciudadanos de Cataluña; quisiera que en estos momentos de gozo y responsabilidad pensaseis que tenemos otros deberes fuera de Cataluña. Nosotros tenemos que ser la avanzada del bienestar, de la prosperidad y de la democracia de todos los pueblos de España”.
Y así fue. Durante la transición Cataluña fue la avanzada del progreso, de la prosperidad y de la democracia de todos los pueblos de España. Porque existía una Cataluña que pensaba en España y una España que sabía que tenía que recoger los anhelos de Cataluña, porque si no sería una España incompleta.
Hay quien dice, y hoy lo he oído, que esa Cataluña y esa España ya no existen. Yo les digo que no.
Les digo que hay millones españoles que creen en una España capaz de renovarse y avanzar en una dirección federal que reconozca las singularidades de los pueblos que la componen. Capaz de avanzar en la unidad y en la libertad. Esa España existe y hay millones de españoles que lo piensan. Y diré más, estoy seguro de que hay muchos ciudadanos de Cataluña, muchos, los que creen en esa España.
Que no creen en proyectos renovados que creen que hay que hacerlos. Que no creen en el inmovilismo ineficaz, pero que tampoco quieren dejar a sus hijos una España separada de Cataluña. Que no quieren para sus hijos un futuro de ruptura entre Cataluña y España.
Verán. Yo no soy capaz de imaginarme un futuro mejor que aquel que representan una Cataluña comprometida con España y una España que entiende y quiere a Cataluña. No soy capaz de imaginar un futuro mejor. Y tengo que decirles que dudo de que exista mejor forma de servir a mi país que defender hoy aquí este proyecto de futuro.
Autor: Antonio Abarca