Columna de Ricardo Magaz. “CRÓNICAS DEL NUEVE PARABELLUM”.
CASO MADELEINE MCCANN: ¿FUE ASESINADA POR UN PEDERASTA?
Madeleine McCann, la pequeña británica de tres años, desapareció misteriosamente de su cama cuando dormía junto a sus hermanos gemelos en la noche del tres de mayo de 2007. La familia McCann se hallaba de vacaciones en el complejo turístico portugués de Praia da Luz, en la región sureña del Algarve.
El caso conmocionó a la opinión pública y tuvo una vasta repercusión mediática. Desde entonces han corrido regueros de tinta, innumerables teorías y ningún resultado positivo. La niña sigue, tras doce años de incógnitas, desaparecida. El pronóstico no es precisamente alentador.
HIPÓTESIS
Cuatro son las principales hipótesis sobre las que la Policía Judiciária portuguesa y los detectives de Scotland Yard han venido trabajando: un robo en el apartamento que terminó trágicamente, un accidente involuntario de los padres al suministrarle a la niña una dosis limitada de tranquilizante para que durmiera sin agobios (los padres de Madeleine son médicos) y, las dos últimas y más inquietantes, el secuestro planeado o la presencia al acecho de un pederasta “cazador”, si nos atenemos a la tipología de perfilación geográfica criminal del profesor Kim Rossmo.
Descartada por las autoridades la participación de los padres, a los que se les retiró la condición de “arguidos” (sospechosos formales), y sin apenas fuerza la tesis del robo con un mal final, sólo queda el secuestro o la pederastia. En ambos cálculos el planteamiento es tremendo. Transcurrida una década, nadie ha pedido rescate por la niña ni tampoco ha sido identificada en lugar alguno, pese a que la imagen de la chiquilla se difundió profusamente por todo el mundo. Los agentes se han visto encaminados, de tal modo, a centrar las pesquisas en la hipótesis de la agresión sexual como móvil.
INTERROGATORIOS
Centenares de personas fueron interrogadas en esta línea argumental. Entre ellas, algunos sospechosos de la zona que tenían antecedentes contra el patrimonio y que finalmente quedaron fuera de la lupa de los investigadores. Se realizaron más de 2.000 diligencias y se redactaron 12.000 folios con la esperanza de arrojar luz en un angustioso suceso que perturbaba a Europa. A pesar de los esfuerzos, el sumario quedó en punto muerto.
Ahora, nuevos indicios empujan a los policías lusitanos, junto a los británicos, a retomar una antigua pista que nunca habían abandonado: la aparición en suelo portugués del ciudadano alemán Martin Nye, un depredador sexual itinerante de cuarenta y ocho años, condenado en 2011 a cadena perpetua por el asesinato de tres niños y el abuso de más de cuarenta por todo el viejo continente. Parece demostrado que Nye estuvo en Portugal y en otra quincena de países donde cometió sus horribles fechorías. Este dato refuerza las pesquisas policiales en esa dirección. No obstante, hay que tener en cuenta que durante su carrera criminal Martin Nye sólo atacó a niños, nunca a niñas. Cabe preguntarse, llegado el caso, por qué el pederasta alemán raptaría a una niña cuando en la misma residencia vacacional había también niños durmiendo.
INCÓGNITA
Con todo, la causa Madeleine McCann sigue siendo una enorme incógnita. La familia aguarda descorazonada, doce años después, que la misteriosa desaparición de la pequeña “Maddie” tenga un final que al menos les permita saber qué ocurrió aquella trágica noche en el interior del apartamento turístico de Praia da Luz.
(*) Ricardo Magaz es profesor de Fenomenología Criminal en la UNED, ensayista y miembro de la Policía Nacional (s/a)