Dos policías forales adscritos a la comisaría de Tudela han sido expedientados después de cursar denuncia administrativa contra cuatro cazadores por presuntamente cometer diversas irregularidades contra el Reglamento de Armas y la Ley de Caza ¿El motivo? Presuntas presiones del ex alcalde de Murchante, Tomás Aguado (PSN), según publica Navarra.com
Los hechos se remontan al pasado 4 de abril. Los agentes expedientados fueron comisionados por el Centro de Mando y Coordinación de la Policía Foral. Una mujer requería auxilio policial debido a la presencia de cuatro hombres armados con escopetas de caza, disparando en las proximidades de la vía verde de Tarazonica y sembrando el temor entre los viandantes.
A la llegada de la patrulla, varias personas se encontraban sobresaltadas ante el temor de ser alcanzados por los proyectiles, dada la proximidad de los cazadores.
Por tales motivos, los agentes forales, testigos de las detonaciones, se dirigieron con cautela hacia los hombres armados, instándoles a cesar su temerario comportamiento.
Éstos, lejos de obedecer las indicaciones de los agentes, continuaron manipulando su armas, adoptando una actitud esquiva y poco colaboradora. Incluso llegaron a adentrarse ese a una zona de olivares para, según parece, sustraerse de la acción policial.
Los policías actuantes, dada las circunstancias concurrentes, incautaron las armas por motivos de seguridad y procedieron a la propuesta para sanción de los cazadores, debido a ciertas irregularidades contra el Reglamento de Armas y la Ley de Caza tales como: uso negligente de armas, carecer de documento de cesión de arma o, entre otras, por abandonar un arma en el interior de uno de sus vehículos, estacionado a unos 200 metros de su posición, extremo prohibido por el citado Reglamento.
Presiones
Según publica el diario local Navarra.com, el por aquel entonces alcalde de Murchante, Tomás Aguado, llamó inmediatamente al actual jefe de la Comisaría de la Policía Foral de Tudela, para quejarse por la actuación de los agentes.
De hecho, los agentes serían recibidos por su superior con una reprimenda nada más pisar las dependencias policiales, en la que aludía a la llamada del ex regidor de la localidad ribera y, donde a su vez, exigía explicaciones a sus subordinados.
Curso de las denuncias
Los agentes, sabedores de la legitimidad de su actuación, continuaron con la propuesta del expediente sancionador adelante contra los cazadores. Cual sería su sorpresa, cuando al cabo de los días se percatan que dichas denuncias no habrían seguido el conducto reglamentario habitual.
Lejos de remitirse a la órgano sancionador competente, la Delegación del Gobierno, las actas fueron remitidas al departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra, que no es competente en este ámbito.
Paralelamente, la Brigada de Régimen Interno remitió al citado departamento un informe donde desautorizaban la actuación de los agentes, instándoles a obrar en consecuencia.
Pese a presumiblemente carecer de competencias en esta materia, este órgano archivó ocho de las diez denuncias, mientras que las otra vez dos, casualmente se extraviaron.
Incoación de expedientes disciplinarios a los agentes
Lo más inaudito de los hechos es que a los dos agentes se les acaba de incoar un expediente administrativo a través de una resolución del director general del departamento de Interior del Ejecutivo foral, en ese momento Agustín Gastaminza. Se los acusa de haber actuado con abuso de sus atribuciones en perjuicio de la ciudadanía, una infracción grave del régimen interno foral, cuyas sanciones pueden ser el traslado forzoso a otro puesto de trabajo, la suspensión de empleo y sueldo entre 5 y 30 días, o la suspensión de funciones durante un tiempo máximo de tres meses.
El pasado viernes fueron oídos en declaración y, en breve, conocerán la resolución del mencionado expediente sancionador.
Y todo por defender y salvaguardar la seguridad ciudadana en el ejercicio de sus funciones, dándose la circunstancia de tratarse de policías de reconocido prestigio, con una implacable trayectoria profesional a sus espaldas.
