Un guardia civil y un policía local de Llucmajor han resultado heridos mientras trataban de reducir a dos turistas belgas de gran envergadura física y de actitud muy violenta, según publica el diario Crónica Balear. Ambos fueron detenidos y acusados de un delito de atentado a agentes de la autoridad.
Los hechos se sucedieron durante la madrugada del lunes, en el hotel Luna Park, situado en la calle Antoni Maria Alcover de Llucmajor (Mallorca). Dos turistas muy agresivos y totalmente fuera de control estaban creando problemas en el recinto hotelero, llegando incluso a enfrentarse al recepcionista.
Éste, bastante atemorizado, dio aviso a la Guardia Civil, personándose en el lugar una patrulla que trataría de lidiar, sin éxito, con los violentos turistas, los cuales, lejos de amedrentarse, se enfrentaron a ellos. Por tal motivo, se vieron obligados a solicitar apoyo a la Policía Local de Llucmajor, acudiendo al lugar la única patrulla operativa esa noche, según Crónica Balear.
Ante la negativa persistente de deponer su actitud, a los agentes no les quedó más remedio que recurrir a los medios coercitvos proporcionalmente a su alcance para llevar a cabo las detenciones. Desafortunadamente entre esos medios no se encontraba una pistola Taser.
Como consecuencia de la fuerte resistencia ejercida por los alborotadores, un guardia civil resultó herido al caer rodando por unas escaleras con uno de los detenidos, siendo atendido en un centro hospitalario. Uno de los policías locales, por su parte, sufrió policontusiones por todo el cuerpo, encontrándose de baja laboral en estos momentos.
Una actuación muy complicada de por sí, dada la agresividad y escasa colaboración mostrada por los autores que, si sumamos la falta de efectivos y de medios materiales (como una pistola Taser), multiplica sin duda los riesgos que deben asumir los actuantes policiales, viéndose comprometida la seguridad ciudadana.