La vida de un opositor a Policía Nacional o Guardia Civil está marcada desde que adquiere la condición de tal, de mucho estudio, ejercicio y un coste económico, que marcan este proceso
Sabe que va tener que pasar muchas horas delante de los libros, pero también muchas horas entrenando para las pruebas físicas.
La preparación para la oposición tanto a Policía Nacional como a Guardia Civil es una fase muy dura, llena de incertidumbre en la que se pone a prueba a todos los aspirantes.
Policía Nacional
En el caso del temario de la Policía Nacional está compuesto por 41 temas dividido en tres grandes bloques. Ciencias jurídicas, ciencias sociales y materias técnico-científicas.
Las pruebas físicas que se deberán superar son tres. El circuito de agilidad, las dominadas en el caso de los hombres y la suspensión en barra por parte de las mujeres y la carrera de un kilómetro.
Pero eso no es todo. Además deberán enfrentarse a una prueba de psicotécnicos, a una prueba de ortografía, un reconocimiento médico y la temida entrevista personal.
También de forma voluntaria podrán realizar una prueba de idiomas (inglés o francés), que podrá mejorar hasta dos puntos la nota final.
Guardia Civil
En el caso de la oposición a Guardia Civil, consta de un temario compuesto por 24 temas, dividiéndose en tres bloques. Ortografía, conocimientos generales y lengua inglesa.
En el caso de las pruebas físicas, en la Guardia Civil se realizarán cuatro, siendo las mismas para hombres que para mujeres. Prueba de resistencias de 2.000 metros, velocidad de 60 metros, flexiones y 50 metros de natación.
Al igual que ocurre con el cuerpo hermano, también deberán realizar un psicotécnico, una entrevista personal y un reconocimiento médico.
Tras todo esto recibirán el “Apto” o “No apto”
Para algunos supondrá enterrar al opositor para nacer como alumno de la Escuela Nacional de Policía de Ávila o de la Academia de Guardias de Baeza..
Para otros, por el contrario, será un tropezón en el camino que debería servir para hacerse más fuerte. Los más fuertes y persistentes, retomarán la vida de opositor, esperando que la siguiente convocatoria sea la suya. Otros muchos abandonarán, ya sea por la desilusión o por el coste económico que suele llevar aparejado el ser opositor.
Y es que ya sea a través de academias de formación para preparar las oposiciones o adquiriendo el temario y estudiándolo por cuenta propia, hay que realizar un importante desembolso económico.
Muchas horas de estudio, muchas horas de entrenamiento y muchas horas de imaginarse como cambiará su vida esta profesión.
Unos por vocación, otros porque les gusta el trabajo que se realiza y otros buscando una estabilidad laboral. Todos intentarán que el opositor que llevan dentro muera para salir de su crisálida al alumno.
Hola! Solo decir que este último año la prueba de idioma de la policía nacional ha supuesto dos puntos, en vez de uno como venía siendo costumbre.