Mucho se ha hablado de la evolución de la Policía Nacional a lo largo de sus 33 años de historia, desde que el 13 de marzo de 1986 se unificara el Cuerpo Superior de Policía y la Policía Nacional. Pero nunca desde el punto de vista que vamos a abordar.
Mucho ha evolucionado el mundo policial desde entonces. Cambios trascendentales. Pero a la sombra de esos cambios, se han venido produciendo otros de los que sólo se hablan en algunos corrillos.
Desde H50 vamos a repasarlos, sabiendo que muchos se quedarán sin mencionar.
Se ha pasado de la vieja Olivetti a los ordenadores de sobremesa, de los folios con papel de calco a las impresoras.
De tachones y raspaduras en los folios para evitar repetir todo a imprimir diez veces porque el Instructor cada vez que lo lee cambia una coma de sitio.
Se ha pasado de los turnos 24×24 horas al turno americano, al africano y finalmente al 6×5.
De los cuarteles, a las comisarías.
De la clandestinidad de los sindicatos a formar parte de algunas decisiones importantes dentro de la administración.
De las reservas a las UIP´s.
De la obediencia ciega a la obediencia debida.
De mirar debajo del coche y del Síndrome del Norte, a las selfies de uniforme en redes sociales.
Se ha cambiado el uniforme marrón al azul. De la camisa blanca al polo azul, de la torerita al jersey, de los zapatos a la botas, a suprimir la corbata. En resumen, se ha pasado del llamado traje de comunión a un traje mucho más operativo y más acorde con la función policial.
Del Talbot Horizon al Citroën BX, al Seat Toledo, al Citroën Xantia, al Peuget 306, al Xara Picaso y por último al C4 Picasso.
De la cerveza a la botella de agua, del carajillo al arroz con pollo.
Del almuerzo de bocadillo a las tortitas de avena.
Mucho ha cambiado dentro del cuerpo en estos años y mucho está por cambiar.
Si señor como ha cambiado la policía. Me acuerdo de verlos por mi barrio de gris. Luego de marrón. Era otra época. La guardia civil tambi~n cambió siempre a remolque de la policía. Gran labor de estos hombres y mujeres. Aquellos tiempos del síndrome del norte.
El cristal de una ventana y un espejo son los dos cristal, la diferencia estriba en que mientras el de la ventana te deja ver el mundo en el que vives, el del espejo lleva por detrás nitrato de plata, y no te deja ver lo que hay detrás, solo ves tu reflejo en el, o sea, que la “plata” no nos permite ver a los demás, solo nos fijamos en nosotros mismos….y lo que tenemos detrás…..a los que dejamos atrás.
Creo que debemos reflexionar y QUE NOSOTROS LOS POLICIAS ESTAMOS PARA AYUDAR, para ver a través del cristal, y no nuestro “reflejo”, nuestro mundo solo, nuestro..nuestro.. nuestro.. NUESTRO????, de verdad es nuestro algo ? Hasta cuándo es nuestro? Y después ? Si no ayudamos , que hacemos?