Como ocurre en aguas del Estrecho o de las Islas Canarias, el mar se sigue cebando con la cara más frágil del negocio de la migración ilegal, también en otros puntos sensibles del continente europeo como Grecia. Las últimas víctimas han sido siete inmigrantes, entre ellos dos niñas de corta edad, fallecidos tras el naufragio.
El naufragio tuvo lugar durante las primeras horas de este martes, frente a la isla de Lesbos. La embarcación se hundió sobre las 07.00 hora local (04.00 GMT) a unas dos millas y media de la principal población de la isla, Mitilene.
La Guardia Costera de Grecia así lo ha confirmado a través de un comunicado oficial. Pese a todo, 57 inmigrantes han podido ser rescatados con vida durante el desarrollo de un operativo que aún continúa abierto.
Es muy habitual que muchos inmigrantes traten sistemáticamente de llegar a Grecia desde Turquía a través del Mar Egeo en un bote especialmente frágil. Es un viaje corto, pero muy peligroso. Con la llegada del buen tiempo, los intentos de arribar suelo heleno se multiplican, y con ello, las probabilidades de seguir sumando muertes humanas en el mar.
