La Policía Nacional dotará de un botiquín de primeros auxilios a todos sus vehículos radiopatrulla adquiridos a partir del año 2018 en adelante. Sin duda, una buena noticia que, de cumplirse, facilitaría la consecución de una seguridad policial más efectiva, integral e idónea.
Las próximas nuevas unidades que engrosarán el parque móvil policial, 1.094 radiopatrullas nuevos, incluirán en su equipamiento básico de serie un botiquín sanitario. Así lo ha indicado la Dirección General de la Policía en un oficio al efecto.
Se trata de una vieja reivindicación que puede surtir efectos satisfactorios en las próximas fechas. Una necesidad imperiosa, teniendo en cuenta que los vehículos policiales, conocidos como zetas, suelen ser los primeros en llegar y dar respuesta a los sucesos con heridos. ¿La diferencia?, que ahora estas actuaciones se acometerían con mayores garantías y recursos.
No consiste en sustituir a los servicios sanitarios, sino de dotar de medios suficientes a los primeros agentes policiales en llegar al lugar para, en caso necesario, estén en disposición de llevar a cabo las maniobras básicas de primeros auxilios a las víctimas, hasta la llegada del auxilio facultativo.
Taponar una hemorragia, practicar un torniquete o realizar una RCP son acciones vitales que salvan vidas y contar con el material básico no es baladí.
Tampoco lo es la debida formación en esta materia. Si bien es cierto que los nuevos agentes reciben instrucción sobre primeros auxilios durante su estancia en la Escuela Nacional de Policía (ENP), no estaría de más fomentar e impulsar una formación continua para dar respuesta, con solvencia, situaciones de altísimo estrés y relevancia.