Linares continúa pareciéndose cada vez más a una ciudad sin ley que a esa coqueta ciudad andaluza conocido por su aceite de oliva y por albergar las instalaciones de entrenamiento y capacitación de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de toda España.
Los medios de comunicación se han hecho eco en los últimos tiempos de numerosos episodios de violencia protagonizados por nutridos grupos de delincuentes que no dudan en enfrentarse y agredir a la Policía.
El último suceso registrado en este sentido ha tenido lugar en la barriada de El Cerro. Dos agentes de la Policía Nacional fueron atacados con piedras, palos y piedras cuando trataban de detener a los ocupantes de un vehículo, al parecer de etnia gitana, que minutos antes había tratado de atropellarles.
Al volante del vehículo se encontraba una mujer sin carnet de conducir, acompañada de otro joven, circulando por las calles de la ciudad linarense a toda velocidad y de forma temeraria. Tras obviar el alto policial, la conductora embistió el vehículo policial, desplazándolo varios metros, por lo que se inició una persecución.
Dicha persecución finalizó en la barriada de El Cedro. Los ocupantes del vehículo fugado trataron de refugiarse en una de las viviendas, hecho que trataron de impedir los agentes. Justo en el momento que intentaron detenerles, el varón trató de cortar con un cuchillo a los policías, a la misma vez que varios individuos, armados con objetos contundentes y lanzado piedras, impedirían que se practicara las detenciones.
Los hechos han motivado el inmediato desplazamiento al lugar de numerosas dotaciones de Policía Local y Nacional en apoyo de los agentes agredidos.
Afortunadamente, los policías actuantes no resultaron heridos de gravedad y en estos momentos se investigan los hechos para determinar la responsabilidad penal que los participantes en la agresión a los policías y proceder así a la detenciones pertinentes.