El informe de la defensa del dueño de la finca, único investigado por homicidio imprudente, en la que perdió la vida Julen es concluyente:
“Las actuaciones con la piqueta, diez impactos en total, es lo único que físicamente pudo producir las heridas en la cabeza y cráneo del menor”
El hecho de que tras extraer la piqueta por última vez se recogiesen de su extremo ocho pelos del menor, tres de ellos con raíz telógena, nos lleva a preguntarnos, ¿qué otra tesis alternativa a la del impacto directo contra la cabeza del menor puede llegar a explicar la presencia de esos restos biológicos en la punta de la piqueta?”
En definitiva; la piqueta empleada para medir el tapón del pozo pudo golpear al niño y provocarle la muerte.
COMENTARIO.
El juez desde valorar este informe desde dos puntos de vista:
1) Técnico, si cabe la posibilidad de que la piqueta pueda acabar con la vida del menor. El número de golpes, la fuerza, el tamaño de la piqueta…. deben ser contrastados y sólo un peritaje puede establecer esa posibilidad.
2) Jurídico, dejaría de ser investigado como responsable por imprudencia el dueño de la finca, dado que; se ha producido un accidente fruto de una imprudencia (pozo abierto) pero sin resultado lesivo.
Es decir, lo que busca la defensa es tratar de demostrar que no se produce el resultado muerte por la caída, por tanto, desaparece el homicidio imprudente quedando la acción en un mero accidente.
El resultado lesivo lo traspasa a la acción de rescate.
Rápidamente han salido voces en contra de esta tesis, defendiendo la profesionalidad de los actuantes, en este caso de la propia Guardia Civil, recientemente condecorada por su actuación en el caso. El Capitán Salvador Jiménez, coordinador de equipo, desconoce el informe, pero habla de la profesionalidad de los rescatadores.
En todo caso, el trabajo de la defensa y su planteamiento busca sembrar dudas en un mejor derecho para su defendido, algo legítimo.
Sin pronunciarnos, esperamos acontecimientos.
Alaaa, a rizar el rizo