Siete días han pasado del hallazgo de uno de los crimines más espeluznantes y sádicos que se recuerdan en nuestro país. Alberto Sánchez, de 26 años, asesinaba a su madre en su domicilio del barrio de Ventas (Madrid), para a continuación descuartizarla y comerse sus restos.
El parricida guardó los restos de su madre en tuppers distribuidos en varias zonas de la cocina como el frigorífico y el horno.
https://youtu.be/9oeHy7jwWZY
Ahora se ha sabido que el homicida confeso, conocido como el caníbal de La Guindalera o el caníbal de Ventas, confesó a los investigadores de la Policía Nacional la data de la muerte, una de las principales incógnitas hasta el momento. Según Alberto, mató a su madre hace dos semanas.
Y el resultado de la autopsia emitido este lunes ha concluido que Alberto decía la verdad. El examen forense de los restos del cuerpo de Soledad ha sido muy complejo debido a las características tan singulares de este crimen pero, finalmente, sus conclusiones coinciden con los datos aportados por su asesino.
El joven homicida se encuentra en estos momentos en prisión comunicada y sin fianza, a la espera de evaluación sobre su estado mental. Todo indica que presenta un cuadro severo de esquizofrenia y toxiconomía que podría conducirlo a cumplir condena en un centro psiquiátrico.
Alberto ya estuvo hasta en tres ocasiones ingresados en centros psiquiátricos que terminaba abandonando para retornar al domicilio de su madre, con quien mantenía unas relaciones muy difíciles y pese a la existencia de una orden de alejamiento, que ambos incumplían.
Hasta un total de 12 antecedentes policiales por agredir a su madre y varias órdenes de alejamiento no han servido para evitar que Soledad, de 66 años, haya sido cruelmente asesinada por su hijo Alberto.