La calle San Francisco de Bilbao va camino de convertirse en el particular Bronx de la ciudad vizcaína. Prostitución, ajustes de cuentas, tráfico de drogas, sobredosis, narcopisos, okupas, reyertas, inseguridad, robos y policía, mucha policía, es el cóctel molotov que conforman la realidad de este histórico barrio de la parte vieja de Bilbao.
Con el paso del tiempo, detrás de la dejadez de las instituciones o al crecimiento desmesurado de la inmigración ilegal, entre otros factores, este popular barrio se ha convertido en un auténtico nido de delincuencia, en un hermértico ghuetto multiracial, parecido a un caballo desbocado cuyo amazona es incapaz de recobrar el control de las riendas.
Como aquel enfermo contagioso del que todos rehuyen, imperioso de que le inyecten un antídoto a modo de pócima salvadora. Amontonar policías en sus puntos más conflictivos no parece dar solución a un problema casi crónico, se trata de un problema más profundo, que supera la esfera meramente represiva.
Así lo entiende la asociación vecinal de San Francisco, Sanfran Auzokideak, que ha solicitado la intervención de la Policía Nacional para contener “la escalada de delincuencia e inseguridad” que sufre este mítico barrio. Esta asociación entiende que la Policía Nacional es “la única que mantiene competencias sobre el control de la población de extranjeros indocumentados”, por lo que su intervención en el barrio es “absolutamente imprescindible para proteger a los residentes”.
Por otra parte, esta agrupación vecinal ha solicitado al Ayuntamiento de Bilbao que elimine las pintadas racistas que desde hace más de dos semanas se mantienen en persianas de comercios privados del barrio.
Necesitamos ayuda. San Francisco es un barrio en el que nuestra gente mayor vive con miedo las 24 horas del dia. Un barrio en el que nuestras mujeres, novias, hermanas, hijas y abuelas no pueden andar a partir de las 17:00 por miedo a que las manoseen, las insulten, las llamen de todo y las intenten meter mano. Un barrio en el que hay tanto mangui sin oficio ni beneficio (mas que la droga y el robo) que NO ENTRAN EN LAS ACERAS, esto es verídico, solo hace falta andar por el barrio para ver la de gente (gentuza) por metro cuadrado que hay. La Ertzaintza, la Policía Municipal, el Ayuntamiento, los partidos políticos de turno, y las asociaciones multiculturales varias no luchan por nuestra seguridad. Solamente la Policia Nacional con un control ferreo a la extranjería ilegal y a la delincuencia pueden limpiar el barrio de una vez por todas. Tengo 39 años y nací y crecí en este barrio, siempre estuvo mal, pero lo de ahora es el salvaje oeste comparado con como era hace 20 años