Brau López*
En un mundo cada vez más egoísta resaltan las muestras de entrega y coraje de héroes que están a la altura de aquellos a los que la mitología regala laureles y un lugar privilegiado en el Olimpo.
Para la inmensa mayoría de los mortales es complicado entender que tu compromiso con la sociedad es tal que serías capaz de dar tu vida por salvar la de los demás. Tu vocación de servicio te llevará a situaciones extremas, pondrás proteger al prójimo por delante de tí a pesar de arriesgar tu integridad física y pagarlo con tu propia vida.
Para quien viste un uniforme de policía o bombero cada inicio de servicio se afronta consciente de la extrema responsabilidad que conlleva. Profesionalidad, dedicación y el valor que solamente tienen los más valientes son una pequeña muestra de las aptitudes que se destacan en los miembros de los servicios de emergencias.
El día.
¿Cuántas veces habéis salido de comisaría o del parque de bomberos a realizar el servicio pensando en volver y seguir con vuestras vidas?
Ni todos los días son iguales, ni todos los servicios por similares que parezcan se resuelven de la manera esperada. No lo piensas, coges el servicio, lo haces y a esperar el siguiente. No te planteas qué pasaría si algo hubiera ido mal y… No, no lo piensas, tú sabes la respuesta y no te gusta, por eso pasas página y sigues con lo tuyo. Lo que para los demás es una heroicidad para tí es tu trabajo, una intervención de tantas. Todos los días ganas y crees que siempre será así, vives en el “nunca pasa nada”… hasta que pasa y perdemos todos.
Da igual el color del uniforme, da igual la especialidad, da igual la administración de la que dependas que el sentimiento es el mismo
“VOCACIÓN DE SERVICIO Y ENTREGA”.
Bomberos y compañeros.
Conozco bien su trabajo, años en las calles de Madrid han propiciado el hermanamiento entre bomberos y policías. Innumerables intervenciones en las que se ha colaborado hombro con hombro, sumado a que prácticamente les veo a diario desde mi casa hacen que les tenga tanto cariño como respeto y admiración. Los bomberos entrenan duro, se forman y se preparan para lo peor ya sea ante un fuego abrasador o sumergidos en el agua más oscura. Actúan sin vértigo en las alturas y también en las estrecheces de un túnel bajo tierra. Cuando se vive al límite cada día se cuenta como una victoria.
El estar al pie del cañón tarde o temprano pasa factura y hoy sentimos el dolor por la pérdida de dos compañeros de batalla, la fatalidad
y el fuego nos han arrebatado a Sergio y a Jesús. La muerte no es el final y nuestros héroes de Alcorcón siempre permanecerán en nuestra memoria.
Sirva este artículo para rendir homenaje a los compañeros bomberos del Parque de Bomberos de Alcorcón.
“El valor ardiente de los valientes”Brau López
D.E.P.
Sergio B.R.
Jesús A. M.
