José Santos, un subinspector jubilado de la Policía Nacional y muy querido por todo el colectivo policial, ha sufrido un calvario junto con su familia hasta que finalmente ha logrado volver a España. Su vida no volverá a ser igual después de sufrir en su viaje a Brasil un primer ictus, que se repitió ya estando en el hospital hasta en tres ocasiones más. Una situación abravada por el abandono del Gobierno español que ha durado 17 meses.
Lo cuenta Alberto Negri, presidente de la Fundación de huérfanos de la Policía Nacional quien, junto a la asociación de jubilados del Cuerpo han logrado por fin traerle a casa.
La Fundación de huérfanos de la Policía Nacional sacó hace un par de años un programa nuevo de ayuda a jubilados y viudas que, según explica Negri por ahora “es lo que más nos hemos encontrado”.
La situación dio un giro cuando el abogado de la fundación envió un escrito al consulado, mencionando la Orden AUC 154/2022, que establece que el Ministerio de Asuntos Exteriores tiene la obligación de repatriar a los españoles en situación de vulnerabilidad. Esta acción resultó efectiva, y finalmente, el consulado se puso en contacto con Jailma para informarle que Santos sería repatriado. Después de varios retrasos, el 26 de noviembre de 2023, Santos emprendió su viaje de regreso a España, acompañado por un médico y una enfermera.
El regreso de Santos a Madrid fue un alivio para su familia, aunque no sin complicaciones. Mientras él fue trasladado al Hospital Universitario La Luz, su esposa e hijo tuvieron que gestionar su propio viaje, ya que el Ministerio no cubrió sus billetes. A pesar de las adversidades, Jailma ha logrado obtener la curatela para acceder a las cuentas de su marido, y su hijo Alejandro está buscando oportunidades educativas tras haber perdido casi dos años de estudios. La historia de José Santos es un testimonio de la lucha y la resiliencia ante la adversidad.