Manuel Avilés*
Aunque Sabina, casi mi paisano al que acudía a aplaudir cuando empezaba a tocar en La Mandrágora, con Javier Krahe y Alberto Pérez, no me ha mandado una foto con el “357 Magnum. Por ti me juego la salvación”, sigo siendo decidido partidario, secuaz, compinchado con su poesía urbana y su música y con sus amores desgarrados. La rubia del Jaguar me ha dejado otra vez tirado para cumplir con sus deberes conyugales navideños y no puedo evitar que, en estos días turbulentos y volcánicos, me venga a la memoria: “Rompiendo la promesa/ de no volver a verte ni en pintura/ me he sentado a tu mesa, Virgen de la Amargura/…me acuso de morirme sin tu boca/ confieso que desde que me has dejado/ solo bailo en las fiestas donde tocan/ la música del vals de los ahorcados…Bendigo la condena y beso tus cadenas y quiero prometerte ser libres…”
Sabina, no solo adivinó que la rubia del Jaguar me mandaba a la mierda, pasaportándome con un billete de AVE, que parecía un tren antiguo de carbón, con paradas para bajar a llenar el botijo y comprar navajas de Albacete, sino que adivinó el Via Crucis, la Vía Dolorosa de Sánchez y tantos a sueldo que lo rodean y lo aclaman – esto me supone que me quiten la pensión. Denme algo cuando me vean mendigando en los soportales de Maisonnave.
“Sabemos que van a por ti, que te rodean familiarmente porque nos representas”. Exclama mitinera y apasionadamente la ministra de Hacienda. Esta mujer me pone. No es por el cargo, que yo he conocido muchos ministros de cerca y no me ha puesto ninguno. Se la ve empecinada en la defensa, como el cura Merino. La veo racial y peleona, que las “blandiblú” no me gustan. Digo esto, no en términos de acoso – palabra que ha redescubierto Barbara Rey, una santa, hablando de Campechano I. Lo procedente ahora es hablar de Lola la Malagueña con Fernando VII, de Elena Sanz con Alfonso XII, de Carmen Moragas con el XIII, de los mil amantes de La Parmesana o de Isabel II. ¿Han hecho otra cosa siempre los Austrias y los Borbones? No nos despisten, por favor y lean la gran sensación literaria que saca en un par de meses Samarcanda: Los confesores reales. Prologado por el número uno, Juan Eslava Galán. Van a ver lo que vale un peine-.
Digo que me pone la Montero para que no me llamen facha, que me gusta su predicación de mercadillo – donde renuevo mi vestuario y mi menaje con el gitano que predica como ella: “no compréis las sábanas a los chinos, comprádmelas a mí que con estas no te se salen – sic- los pies por debajo”-. Luego viene mi rubia del Jaguar, perdón venía, y le parecen ásperas porque ella las usa de raso o de algodón egipcio. #mecagoentoloquesemenea
No quito a Sánchez ni un gramo de su valía política “maquiavélica – torquemádica- savonarólica”. El que se mueve no sale en la foto. Todos aplaudiendo. Me fastidia, alabando alguna cosa buena, que se haya cargado el Estado de Derecho con amnistías prefabricadas “ad hoc” y que se blinde, cada día menos, apoyándose para organizar el Estado con secuaces que pasan del Estado y quieren liquidarlo por derribo. No voy a ser más papista que el Papa que sigo fielmente las líneas anti dogmáticas y estoy con Nietzsche: «Todas las cosas están sujetas a la interpretación. La que prevalezca en un momento dado es una función del poder y no de la verdad». El poder y su ostentación es la clave, el afán de poder para estar permanentemente en el Olimpo del aplauso colectivo, el arrobo, el babeo, los estrados, los coches oficiales y las reverencias. Para alcanzar el poder sigan a Beaumarchais, relojero y revolucionario francés, entre otras cosas: “si eres mediocre y tienes capacidad para arrastrarte, llegaras a cualquier sitio”.
Ahí tienen, al líder del foulard y las gambas, que en toda su vida solo ha madrugado – trabajador a piñón. No se me querellen que no es invento mío, pura crítica política- para ir a Waterloo a ver al President, a arrodillarse para pactar las 37.5 horas semanales y para que apruebe los presupuestos. Yo creía que este era un delincuente fugado – en España no hay presos políticos, les decía yo a los etarras en los noventa-. Creía que el President, Illa, estaba en el Palacio de la Magdalena, breándose con Ayuso. Por cierto, si quiere bajar la presión mediática, me cambio por su novio, ahora que la rubia del Jaguar me ha mandado a hacer puñetas. Me cambio, aunque me embargue hacienda. Se lo doy todo menos a Casilda, mi rottweiler shzi shzu, heredado de un divorcio en el que no pise la cárcel de milagro gracias a las maledicencias de un libelo fachoide. Eso es fachosfera y lo demás procesiones del silencio.
Ahora que vamos de nombrar cadáveres y celebrar aniversarios, vean la portada de este libelo fascistón refiriéndose a “la muerte del Führer y a su sucesión” en mayo de 1945, cuando Hitler se suicidó de un tiro después de liar la mundial y masacrar a millones de seres humanos. Los judíos, victimas entonces, han pasado a ser victimarios tan ricamente, sin el menor complejo. Los asesinos se imitan y hasta se protegen. Mirad Putin, cómo se ha apresurado a rescatar al gran dictador Al Asad que “no quería salir de su patria” aunque se haya ocupado de llevarse doscientos cincuenta millones de dólares. Dinero de bolsillo, como los diez mil de Koldo que son tradición familiar en el domicilio, como todos los españoles.
Actualidad, nada de aniversarios de muertos hace cincuenta años. Aldama, con escolta galáctica – dice el escoltador que hay pasta para pagar- se presenta en el Supremo y larga, pero hay que utilizar aquella canción antigua de Mina: Parole, parole. ¿Dónde están las pruebas? Oigo en los medios que la fiscalía anticorrupción da verosimilitud a lo que cuenta pero… aquí hacen falta papeles, que me acuerdo cuando la guardia civil nos paraba con las motos y solo pronunciaba una palabra: Papeles. Ahí se resume el estado de derecho: hacen falta papeles. Tira para arriba, para los lados…pero no aporta documentación o así lo veo yo.
Me espero a escribir hasta que salga Koldo del Supremo. Sigue la senda de Sabina. Se saben sus canciones de memoria. Lo niego todo, aquellos polvos y estos lodos, Sabina es adivino. Niega las mordidas, la letra del papelote no es suya, no sabe de comisiones ni de untar a nadie ni de que nadie diese dinero para adjudicarse nada. Todos hermanas clarisas con voto de pobreza y castidad. Felipe González, preguntado, dice que la situación socialista es delicada. Bolaños sigue instrucciones y forma parte del círculo defensivo: acusar sin pruebas – Aldama tiene verborrea pero no lleva papeles- es difamar. Aldama se acusa y acusa a los otros – todas las juntas rezuman- Koldo y Ábalos están en negativa. Me huele a pacto con las alturas.
Los populares se ceban – Tellado no es tan inútil como parecía en principio-: pisos, señoritas, jóvenes…. ¿Eso qué es? La instrucción va a ser lenta, cerremos filas, todo es fango y bulos. Vamos a desinflar el souflé. Koldo, intelectual de la trama creo que ha metido la pata. Creo. Si dice que el piso de la novia lo pagó un socio de Aldama, hay un hilo del que tirar. Hay que citar a ese socio. ¿Qué pagó? ¿Cuánto? ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Se lo ordenó alguien? ¿Era todo pura amistad y caridad cristiana como la que practica el obispo, el dean y el sacristán de la concatedral? ¿Puro desinterés o había algo detrás del pago? ¿Quién vivía en el piso y por qué concepto? Cuidado que la cárcel ablanda y todos los presos cantan.
Los telediarios y me recuerdan tiempos de la cárcel. Nadie sabe nada, nadie ha hecho nada, las cosas se producen solas.
En mi condición de anciano defenestrado de todos los lados e incluso dejado por la rubia en un Ave con el billete al sitio más lejano de ella, me dedico a ver telediarios y leer cualquier periódico que me viene a mano. Además del escolta de Aldama, faltaba un nuevo consejero: salta a la palestra Amedo dando consejos. Algunos ya no se acuerdan ni de quien es este individuo. El de los Gal. Ojo que estos tenían antecedentes, no me llamen facha. Antes de ellos estaban los Guerrilleros de Cristo Rey, el Batallón Vasco Español y la triple A – alianza apostólica anticomunista, creo que eran las siglas-. Amedo aconseja a Aldama para que se cargue al gobierno como hizo él. Hazme caso – dice- no mezcles verdades con medias verdades o con mentiras porque entonces, cada vez, te van a creer menos. Haz como hice yo, que cuando empecé a cantar, todo lo que dije era cierto.
Mis años carcelarios no fallan. Dios los cría y ellos se juntan. Estamos ante un lío gordo y de largo recorrido, queda mucho por desmenuzar y los socialistas, con los socios que los asisten, van de culo – moved el culo aconsejaba Miriam Nogueras, la portavoz del fugado en el Congreso- cuesta abajo y con pocos frenos. Tienen suerte de la incompetencia de Feijoo, Ayuso es más enemigo. Avisos serios, como decía aquel loquísimo sabio, don Ramiro, que reservo para las memorias.
