Casimiro Villegas, vive un drama. En la madrugada del 29 de marzo de 2011 tenía previsto levantarse temprano porque a las 6.30 entraba en su puesto de la jefatura de la Policía Local de Sevilla.
Casimiro y su esposa, Estefanía, dormían en su chalet a las afueras de Dos Hermanas, en una zona de campo y de casas bajas.
A mitad de noche, unos asaltantes, que vestían ropas oscuras y se cubrían los rostros con máscaras, entraron en su casa.
Entre 8 y 10 minutos vivió una pesadilla en su propia casa. Una pelea contra los delincuentes, en la que tuvo que usar su arma reglamentaria, su vida y la de su familia corrían peligro. Casimiro acabó herido con varios politraumatismos, tres de los ladrones acabaron con heridas de bala, un cuarto presentaba un mordisco en la nariz.
Hoy los asaltantes están en libertad y a Casimiro por defender su casa y a los suyos le piden 20 años de prisión en el juicio que en breve se celebrará. En alguna ocasión pensó en quitarse la vida, solo la suerte evitó que esto ocurriera.
No es una película, es la realidad. La realidad de nuestra justicia.
Tienes todo nuestro apoyo, contaremos tu caso, no estás sólo.
Nos remite esta carta. Es un honor publicarla. Mucho ánimo.
CRUZAR EL UMBRAL DEL HONOR, EL VALOR Y LA LEALTAD.
Cuando un policía es agredido, lesionado o cae abatido víctima de un ataque perpetrado por otros seres humanos, que le quieren obsequiar con infringirle el mayor daño posible o inclusive arrebatarle la vida, ¿qué empieza a suceder con estos agentes? pues sencillamente, mueren o, en el mejor de los casos, a causa de las lesiones sufridas los dejan incapacitados para ejercer su profesión o cualquier otra.
Los fallecidos pasarán al recuerdo de una orla colgada en una pared o más elegantemente en una vitrina de su Unidad Policial, puede que también se haga un recordatorio en algún día señalado de la Patrona del Cuerpo o con motivo de la entrega de despachos o condecoraciones.
¿Pero qué pasa con aquellos que todavía están vivos? Con fortuna podrán volver a reincorporarse al servicio; en el peor de los casos serán declarados por un Tribunal Médico incapaces para seguir efectuando su labor profesional en el servicio en el que estaban destinados, cuando se produjo el hecho que ha provocado tal incapacidad en el ejercicio de sus funciones. Sin embargo, para la Administración que los tenía a su cargo, pasarán a ser un estorbo y además incómodos, es mucho mejor relegarlos al ostracismo y que no se sepa nada de ellos, hurtándoles sus méritos o despreciando su valor y lealtad cuando se entregaron a defender lo que representaban, la defensa de la Ley y de la Seguridad Ciudadana, bajo la inhumana coartada esgrimida tantas veces con esta frase despiadada “Su actuación está judicializada, no sabemos nada y no podemos intervenir hasta que haya una resolución judicial firme de su actuación”. Sus vidas quedarán judicializadas durante años por un secuestro legal.
Cuando las heridas físicas empiezan a cicatrizar, las de alma les empiezan a doler más, pues sus mentes se percatan del abandono y desamparo que les aguarda. Una travesía de un desierto hostil e inhóspito lleno de vaguedades, mentiras y ficciones; para superar el primer tramo, salir absuelto en el pleito penal, para después poder acometer el segundo tramo del pleito social o contencioso administrativo. Todo ello aproximadamente por la módica cantidad de 50.000 € y unos 10 años de media para batallas legales arrastrando las lesiones crónicas físicas y las del alma por esos angostos pasillos de los Tribunales.
Por todo ello, estos policías ya no volverán a ser los mismos, sus vidas y las de sus seres queridos han cambiado para siempre. Han ingresado en esa HERMANDAD POLICIAL de los que saben el significado de ¡¡¡Sangre, Sudor, Pólvora y Desprecio!!! Una unidad policial que no existe en los organigramas de los cuerpos policiales. Han cruzado ese umbral del honor, el valor y la lealtad. Saben mejor que nadie lo que es mirar a la muerte cara a cara. Pero todo queda al libre albur de un largo camino de hastío y soledad, solo dentro de ese grupo de supervivientes, unos cuantos decidirán seguir luchando prestos con sus heridas, presentar batalla contra esa inmundicia humana que los intenta silenciar y marginar, cuando, por el contrario, deberían ser encumbrados hacia lo más alto para orgullo y satisfacción del colectivo al que pertenecen y poder aprender de sus terribles experiencias, porque ellos son y seguirán siendo policías y por derecho propio MAESTROS DE POLICÍAS.
¿Qué es el miedo, el terror, el pánico, el pavor; sinónimos de un mismo concepto, una perturbación de los sentidos y las emociones; la pérdida temporal del poder cognitivo o la capacidad volitiva? No, no os creáis lo que dicen algunos manuales o los falsos expertos o unos funcionarios prevaricadores o abogados leguleyos, eso son todo ficciones montadas para complacer a un Sistema obsoleto e inhumano. Cada persona vive el miedo de una forma distinta, es personal e intransferible como su ADN, prohibir a los policías tener miedo con requisitos de obligación de sacrificarse, es como querer pretender negarles su naturaleza humana y tratarles como a robots, máxime con la escasez de medios, formación y entrenamiento que se les dispensan.
Casimiro Villegas Montero. Me derribaron, me levanté, luché y sobreviví.
Sólo quien ha pasado por esa horrible experiencia de sobrevivir a un asalto violento en tu propia casa para después sufrir la persecución de un estado procriminal por defender la vida de tu familia y la tuya propia, sabe lo que es SUFRIR con mayúsculas. Casimiro merece un homenaje , el reconocimiento público a su heroicidad y unas sinceras y públicas disculpas de un estado que no solo no ha sabido proteger a un ciudadano en su domicilio si no que cuando este, ante la ausencia de la protección del estado, defiende su vida frente a los criminales es perseguido judicialmente, además con los agravantes de perdida de su condición profesional, embargo de la pensión y una dilación inadmisible de 8 años en los que aún no se ha juzgado su causa, con lo que todo esto supone; no me extraña su intento de suicidio. Es para sentar en el banquillo a los políticos que permiten tal desmadre.
Totalmente de acuerdo contigo,es vergonzoso el trato del Estado para con este funcionario,que martirio el que lleva sufrido y lo peor es cuando no te ves apoyado por quien debería ante un hecho delictivo como es el asalto de tu hogar,sin duda la ley necesita reformas que recojan el derecho a defender la inviolabilidad del hogar aún usando medios más contundentes si se diera el caso que los del delincuente.
Ánimo Casimiro. No estarás solo.
El 18 de marzo todos en Sevilla. Fuerza compañero.
Todo mi apoyo a Casimiro Villegas, un policía y persona humana el cual hizo lo que cualquier otro haría, defender a su familia y su casa ante el ataque de 5 delincuentes.
Absolución para esa persona.
Casimiro la justicia sera justa contigo, buen policia y persona que lo unico que hizo fue salvar su vida. España te apoya. Animo y fuerza compañero.
Muchos fuimos heridos como tu casimiro, por defender lo nuestro y nos vimos con la decepcion de saber, que tenian mas derechos los delincuentes que los Policias Contigo se hara justicia, casimiro absuelto, casimiro libre de su condena previa. Animo y Fuerza.
Eres un ejemplo para todos Casimiro, por tu dura experiencia y sobre todo por lo que demuestras cuando intervienes en los distintos medios… pundonor, valentía, dignidad, conocimientos, sentido común (muy escaso en la sociedad actual, principalmente en quienes la rigen)…. eres acreedor de un conjunto de valores y circunstancias que seguro que en marzo de este año ven recompensado por fin tanto sufrimiento e injusticia. Estamos todos contigo💪🏻💪🏻💪🏻💪🏻😜.
Lo que hizo este policía desde el punto de vista operativo, táctico y técnico policial aquella madrugada fue una machada, sin formación ni medios en combate policial, a pecho descubierto y semidesnudo.
Cuanta ignorancia, cobardía y miseria en las FyCS.
A este policía en los EEUU, Canadá, Australia, Rusia, Austria, Polonia, etc… Su cuerpo le hubiera hecho el pasillo, lo hubieran condecorado y ascendido de categoría.
Gracias a su intervención especial, atípica o franco de servicio 4 delincuentes de un clan criminal fueron detenidos, siete piezas separadas que lleva su causa y el Sistema de Seguridad Pública se ha beneficiado de ello.
No tienen vergüenza, los policías que necesitan una sentencia absolutoria judicial para creer en la palabra de este agente. Los que no estén ahora con él antes del juicio son simplemente basura policial.
Fuerza compañero. Todo va a salir bien. El camino es duro muchas veces de una forma u otra porque nadie o muy pocos se atreven a nada a contracorriente en este río de la comodidad del “carguete” de muchos. El 18 de marzo procuraremos estar ahí siendo todos Casimiro. Un abrazo.
Contigo tiene que hacerse justicia, Casimiro. Tu honor tiene que recuperarse (aunque para nosotros lo tienes y tendrás siempre) y perderlo quienes tuvieron la desfachatez de acusarte y pedir condena. Has de saber que, pase lo que pase, estaremos contigo, tanto tus compañer@s de Zero (gracias por fundarla y gracias por dejarme formar parte), como los de la gran familia de la Policía e imagino que muchos ciudadanos de a pie.
Hiciste lo correcto y eso tiene que reconocerse. No podré estar en persona el 18 de marzo en Sevilla para arroparte, pero lo haré de alma y corazón en la distancia.
Fuerza, compañero