El 19 de septiembre, las autoridades búlgaras, con el apoyo de Europol, han desmantelado una red delictiva que se dedicaba al tráfico de migrantes desde Turquía a través de Bulgaria y Serbia hacia el sur de Europa occidental. La investigación, en la que participaron las autoridades griegas y rumanas, se llevó a cabo en el marco de un grupo operativo regional creado para investigar las redes de tráfico de migrantes que utilizan a Bulgaria como país de tránsito.
La jornada de acción tuvo como resultado:
- 8 arrestos (un objetivo de alto valor)
- 11 búsquedas de ubicación
- Incautaciones que incluyen: dinero en efectivo, cuadernos de contabilidad Hawala y documentos
- Un ciudadano rumano encontrado durante los registros ha sido identificado como una persona buscada por Austria.
La investigación se inició a principios de 2023, cuando las autoridades búlgaras descubrieron que esta red traficaba con migrantes. Hasta ahora, las autoridades nacionales han detectado 15 incidentes de tráfico de migrantes. La red de tráfico de migrantes presuntamente facilitó los movimientos secundarios ilegales de más de 700 migrantes irregulares hacia otras partes de la UE. Los presuntos cabecillas, en su mayoría ciudadanos sirios, coordinaban las actividades de tráfico de migrantes mientras mantenían contactos con contrabandistas y hawaladars en Turquía y Grecia, así como en otros países a lo largo de la ruta de tráfico de migrantes. Los sospechosos facilitaron el transporte de migrantes desde la frontera turco-búlgara hasta alojamientos en la región de Sofía. Tras una breve estancia allí, fueron transportados a la frontera entre Bulgaria y Serbia.
Los migrantes tenían que depositar entre 3.000 y 5.000 euros en las oficinas de Hawala antes de ir a la frontera.
Los migrantes tuvieron que pagar una importante fianza antes de cruzar la frontera verde entre Turquía y Bulgaria. Pagaban entre 3.000 y 5.000 euros en las oficinas de Hawala en Estambul y luego eran introducidos clandestinamente por guías vinculados a los miembros turcos de la red criminal. Una vez en territorio búlgaro, los migrantes eran recogidos por conductores de nacionalidad búlgara, rumana y siria, que los transportaban a alojamientos en Sofía. Para el transporte, la red de contrabando utilizaba distintos vehículos, como coches, furgonetas e incluso camiones.
En un caso, los sospechosos transportaron a 150 migrantes en un camión. Los delincuentes utilizan este modus operandi para maximizar sus ganancias cuando la demanda de servicios de tráfico de personas es alta. En este caso en particular, los conductores transportaron a los migrantes mientras conducían a alta velocidad, para escapar de los controles policiales. Este peligroso modus operandi pone en gran riesgo la vida de los migrantes y de los transeúntes.
Apoyo de Europol y acciones conjuntas
Se llevó a cabo un análisis operativo exhaustivo para identificar los diferentes objetivos y mapear sus actividades delictivas. Europol también reunió a los diferentes países involucrados para preparar conjuntamente la fase final de la investigación.
Dos expertos de Europol desplegados en Sofía en el marco del grupo de trabajo operativo regional estuvieron sobre el terreno durante la jornada de acción, ayudando a las autoridades policiales con comprobaciones cruzadas en tiempo real con las bases de datos de Europol.
En el lugar se desplegaron agentes de policía de la Policía griega, de la Policía fronteriza rumana y de la Policía rumana (Servicio de lucha contra el crimen organizado) para apoyar las medidas de investigación.
El Centro Europeo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes de Europol ha estado apoyando la labor del Grupo de Trabajo desde su creación.
En esta acción participaron las siguientes autoridades:
- Bulgaria: Director General de Lucha contra el Crimen Organizado (Главна дирекция Борба с организираната пресъпност) y Agencia de Seguridad Nacional (Държавна Агенция Национална Сигурност)
- Grecia: Policía Helénica (Ελληνική Αστυνομία)
- Rumania: Policía de Fronteras (Poliția de frontiera) y Policía Nacional (Poliția Română)
