Un boxeador profesional leonés apaleó a puñetazos en un cine de la capital el pasado miércoles al mediar para evitar que un varón cometiera supuestamente un episodio de violencia de género sobre su pareja,
La sesión era a las ocho de la tarde y estaban viendo una película infantil, Garfield.
Se han dado muchas versiones sobre la posibilidad de actuar bajo la legítima defensa e incluso sobre la posibilidad de que el boxeador pierda su licencia.
La legítima defensa se halla regulada en el artículo 20.4 del código penal y requiere los siguientes requisitos.
4.º El que obre en defensa de la persona o derechos propios o ajenos, siempre que concurran los requisitos siguientes:
Primero. Agresión ilegítima. En caso de defensa de los bienes se reputará agresión ilegítima el ataque a los mismos que constituya delito y los ponga en grave peligro de deterioro o pérdida inminentes. En caso de defensa de la morada o sus dependencias, se reputará agresión ilegítima la entrada indebida en aquélla o éstas.
Segundo. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.
Tercero. Falta de provocación suficiente por parte del defensor.
A raíz de las imágenes pudiéramos encontrarnos en un exceso de proporcionalidad en el medio empleado, se tendrá en cuenta la condición de profesional, el número de golpes, la eficacia de los mismos y la defensa del agredido/agresor.
Aquí tenéis el video completo de Antonio Barrul desde antes de la pelea, en el segundo video el boxeador acaba llorando arriba por sus hijos después de lo que vieron y todos preocupados por el. tremendo heroe pic.twitter.com/r75jrGtOCa
— chupapi munyayo (@chupapi01765942) May 7, 2024
Igual algún golpe sobraba se cebò un poco para mí gusto