La red criminal contrabandeaba inmigrantes desde Polonia y Alemania a través de Francia hasta el Reino Unido. El organizador principal, la mano derecha del líder de la red criminal, organizaba las actividades de contrabando, mientras que otro cómplice suyo se encargaba de recaudar el dinero y organizar los convoyes de inmigrantes. La mayoría de los inmigrantes habían entrado ilegalmente a la UE mediante el uso de visas de trabajo obtenidas de manera fraudulenta. Algunos de los inmigrantes irregulares contrabandeaban metanfetamina a la región de París, suministrando a grupos narcotraficantes asiáticos basados ​​en la zona a cambio de un precio reducido por su viaje. Otros inmigrantes sufrieron explotación sexual o explotación laboral en tiendas de comestibles y salones de uñas.

Otro miembro de la red criminal se encargaba de gestionar el alojamiento de los inmigrantes en la región de París, antes de su eventual contrabando hacia el Reino Unido. El mismo individuo también estaba a cargo del tráfico de inmigrantes que ingresaban a la UE a través de Polonia. Tras su estancia en la región de París, los inmigrantes fueron transportados a la región de Dunkerque. Luego, otros contrabandistas organizaron su cruce del Canal de la Mancha utilizando pequeñas embarcaciones. La investigación sugiere que la red también podría haber organizado el transporte de inmigrantes de Francia al Reino Unido en camiones. En total, los inmigrantes tuvieron que pagar entre 15.000 y 18.000 euros para ser transportados clandestinamente a su destino final; el Reino Unido.

Europol facilitó el intercambio de información y proporcionó coordinación operativa y apoyo analítico. El día de la acción, Europol envió un analista a Francia para cotejar la información operativa con las bases de datos de Europol y proporcionar pistas a los investigadores sobre el terreno.