Las oficinas de Frontex en Italia, de la Guardia di Finanza y de la Guardia Costera han sido inspeccionadas en busca de evidencias por los Carabinieri bajo instrucción de la Fiscalía General de la República para esclarecer si hubo negligencias por las 94 víctimas el pasado 26 de febrero en la costa de Crotone.
Las víctimas no son los que planifican protocolos operativos aplicando criterios teóricos sin
preguntar a quienes tienen que ejecutar sus planes, las víctimas de las decisiones estratégicas nunca son quienes las toman, tampoco acaban en la cárcel ni pierden su trabajo, como mucho los cambian de destino o les deniegan la medalla que les tocaba este año por turno de reparto, la medalla se la dan al de otro despacho y al investigado lo premian con una embajada para compensar las molestias.
Las pérdidas los asumen unos, los beneficios los asumen otros.
Establecer un “mismo rasero”, o lo que es igual, dar “lentejas para todos”, permite cubrir el expediente para que parezca que “hacemos algo” y dedicar más tiempo a las reuniones estériles y a las relaciones públicas. En términos técnicos, usar un mismo rasero es lo mismo que usar modelos simples, por ejemplo, puntuar cada hecho delictivo con un mismo valor (1), de modo que, si no ocurre nada, si ocurre algo y no hay denuncia, o si se califica “sin infracción”, no puntúa en el sistema estadístico y vale 0, pero si violan a tu hija o roban una lata de atún en el supermercado en ambos casos vale 1. Lo mismo vale que roben un Mercedes de 50,000 a que roben un scooter de 500 euros. Todo vale 1 en la estadística, y lo que no está en la estadística no cuenta para los burócratas.
Esta falta de escalabilidad que lo puntúa todo en términos absolutos, también afecta a las
emergencias con independencia del riesgo para la vida. El sistema permite falsear estadísticas esclareciendo hechos leves para compensar el aumento de los hechos graves, y atender a todos los hechos administrativamente con el mismo nivel de emergencia, dejando que el nivel de emergencia dependa del criterio del agente interviniente mientras la administración elude responsabilidades.
¿Qué tiene esto que ver con el naufragio de Crotone?
Todo, porque parece que tampoco hubo escalabilidad y puntúa más un error con 94 víctimas, que miles de rescates de éxito con miles de salvamentos conseguidos.
Los agentes italianos, desbordados de rescatar embarcaciones en el mar, hicieron lo que pudieron, Frontex también. Todos hicieron su trabajo, pero llegaron tarde, se sabrá si hubo responsabilidad cuando lo diga la Justicia, Guardia di Finanza y Guardia Costera disponen de medios de rescate, pero las condiciones meteorológicas eran muy duras, y los operativos quizás tuvieron que volver a puerto tras una primera salida para no ponerse en riesgo a sí mismos, si la embarcación inicial no era lo suficiente fuerte para las condiciones del mar y necesitaban otra más ágil.
Tampoco podía preverse que se produjera la tragedia a escasos metros de la costa, pero cobra sentido porque tal vez algunos pasajeros trataron de alcanzar la costa a nado. No podemos emitir una opinión más allá de lo que digan las fuentes abiertas.
Frontex avisó de la presencia de la embarcación en peligro como hace con todas las demás
emergencias que acaban en rescate, pero las autoridades italianas refieren que Frontex no informó sobre si el rescate era más o menos urgente. Parece que las alertas de Frontex no eran escalables en su emergencia según Italia. Pero es que lo mismo ocurre con las llamadas del 112 o las llamadas de otros servicios de emergencias terrestres y no se arma tal revuelo porque la mayoría de las veces las víctimas no son inmigrantes, son muchos menos y no está Meloni para echar la culpa a la extrema derecha.
Desconocemos si Guardia di Finanza y Guardia Costera tienen un sistema escalable de emergencias o les dan a todos los servicios el mismo valor (1) como dicen que Frontex hizo, pero eran ellos los que estaban en el terreno para evaluar el riesgo y su respuesta de la misma forma que ocurre con las emergencias terrestres.
¿Qué proponemos al respecto?
Una Policía para el Siglo XXI no nació para repartir culpas, creamos nuestra asociación para buscar medidas para reformar el modelo policial, las redactamos, las registramos y las publicamos para que no nos roben nuestro trabajo. En aquel momento apreciamos la falta de escalabilidad en las emergencias en base a lo que refería Italia según decía la prensa.
Apreciamos que este mismo hecho ocurre con todas las emergencias, ya sean policiales, de protección civil, bomberos, sanitarias o marítimas. Que el problema no es español, sino que está generalizado, en Estados Unidos sin ir más lejos primero disparan y luego preguntan. Esta cultura de tomar decisiones absolutas viene toda del mismo sitio, no es europea.
Nuestra iniciativa propone un modelo escalable en cuatro niveles de riesgo, que ha de emplearse en las comunicaciones de las emergencias. Se puede acceder a la iniciativa en el enlace.
Llevado a la práctica, un operador de sala o un centro de coordinación, debería comunicar la
emergencia de menor a mayor riesgo usando el código de colores de semáforos con la información de que disponga, de modo que, si la emergencia es leve, será una “alerta verde”, si la emergencia es de riesgo medio o no apreciado, será “alerta ámbar”, y si la emergencia es de alto riesgo o inminente, será “alerta roja”. Se contempla la “alerta negra” para los casos en que hay fallecidos o nos encontramos ante un escenario de un accidente o crimen consumado, con o sin víctimas, puede ser un robo en un domicilio/establecimiento.
Las medidas en los primeros casos serán preventivas, en el segundo caso reactivas.
El caso de Crotone una vez confirmado el naufragio y con un número de fallecidos en el agua, es una alerta negra. Un accidente con fallecidos en carretera, una víctima por suicidio o por apuñalamiento, también serán “alerta negra”, en estas ocasiones se activan servicios forenses, de policía judicial o de criminalística tanto con víctimas, como si estamos ante un robo con fuerza en un domicilio sin víctimas. El caso es que el delito ya ha ocurrido y las medidas de la alerta negra son reactivas, mientras que, en las alertas roja, ámbar y verde, priman las medidas preventivas y de mayor a menor emergencia dentro de la escala de riesgo.
¿Cómo se decide el color de una alerta?
En función del nivel de riesgo con la información disponible, de si los hechos son consumados y de las acciones a tomar, de acuerdo con la siguiente tabla:
Esta misma lógica se traduce a las emergencias en el mar añadiendo la escala de Beaufort, que mide la fuerza del mar en una escala entre 0 y 12 de la siguiente forma:
Navegar con un mar superior a fuerza 5 en la escala de Beaufort puede ser peligroso si no se dispone de las condiciones adecuadas, pero en caso de que se trate de una embarcación ocupada por migrantes, merece un nivel de riesgo latente como mínimo, porque las condiciones de navegación no suelen ser seguras y es posible que esté ocupada por mujeres y niños o que necesiten primeros auxilios.
Nuestra iniciativa tiene aproximaciones a nivel estratégico, operacional y táctico, que están
detalladas en el documento, y que han sido consultadas con quienes serían responsables de ejecutar el proyecto, fue enviada tanto a la Agencia Europea de Derechos Fundamentales dependiente de la Comisión Europea, solicitando que emita una recomendación a los estados, como al Ministerio de Interior para que emita una instrucción y pongan el proyecto en marcha. Lo ideal sería que además lo introduzcan en la agenda de la presidencia europea, pero como no tenemos perspectiva de género, no contamos con ello.
En el paquete introdujimos una iniciativa señalando qué equipación mínima de
salvamento, evacuación y primeros auxilios requiere una patrulla policial, y solicitando que se establezcan estándares mínimos a nivel estatal. No es mucho pedir, es lo mínimo exigible.
Lo normal es que no se dignen a responder y la petición críe malvas en un cajón hasta que llegue el momento político, pero nosotros no seguimos el momento político porque son los políticos quienes han de trabajar para nosotros y adaptarse a nuestro momento.
Asociación Una Policía para el Siglo XXI