A las puertas del bicentenario de la Policía Nacional, el pasado día 13 de enero se ha cumplido 199 años de la fundación de unas de las instituciones más queridas y valoradas por los españoles, creándose así una Comisión Nacional para la conmemoración de dicho bicentenario, a celebrar en el año 2024, y que de la cual se aprobó el logotipo conmemorativo del acontecimiento, simbolizando éste la especial vinculación de la Policía Nacional con la bandera de España, y que sin duda alguna, va a configurar el perfil profesional que tanto sus hombres y mujeres llevan a cabo mediante un tesón de hierro, la cualidad de adornar la personalidad principal de los mismo como agentes de la Policía Nacional, con servicio, dignidad, entrega y lealtad a España, rasgos éstos que mejor define a todos sus integrantes.
Desde estas líneas, desear felicidades a todos y cada uno de los que forman parte de ésta familia de azul, los cuales con total valentía y dedicación, asumiendo las responsabilidades que como integrantes de esta Institución, con sus 199 años, exige a cada uno de ellos, llevando a la práctica la formación integral, que como agentes de Policías se espera de ellos, con asunción de los valores, tras la adquisición de los conocimientos oportunos y técnicas adquiridas en la actual Escuela Nacional de Policía y que durante la prestación de los servicios ponen en práctica los diferentes elementos favorecedores de la cultura corporativa, del sentimiento de pertenencia, de la cohesión y del compromiso a esta Institución policial, notándose dicho comportamiento ejemplar, en la calidad del servicio que prestan a la sociedad, ejecutando todos sus integrantes, una de las frases que se establece en el himno de la Policía Nacional “Son el motivo de mi noble voluntad”
En el recuerdo quedan todos y cada uno de los Policías, que durante éstos 199 años de historia han perdido su vida en acto de servicio, cuando cumplían su deber con vocación, dando lo mejor de ellos en defensa del fiel cumplimiento de la ley y los derechos y libertades, y que por tanto en dicho logotipo conmemorativo, va a quedar reflejado la misión de la Policía Nacional de todos sus integrantes y los que lo fueron al conjunto de España y sus ciudadanos.
A todos ellos van dedicadas éstas palabras; “Cuando llegue el final de nuestro camino, no quiero un grito en una habitación melancólica, porque yo, donde esté, en un marco de estímulos e ilusiones, estaré eternamente patrullando y escribiendo, y en ese mágico lugar SIEMPRE ESTARÉIS VOSOTROS” y a los que forman parte activa de la corporación policial en estos momentos, no perdáis nunca la ilusión de ser lo que sois, POLICÍAS NACIONALES.
Breve historia de la Policía Española
Recordemos a continuación lo que ha sido la historia de la Policía Nacional, nuestra historia.
Mediante la Real Cédula de 13 de enero de 1824, dictada por el Rey Fernando VII, se creaba la Policía General del Reino, siendo el primer antecedente de lo que es hoy la Policía Nacional.
Dicha Policía General del Reino poseía competencia territorial en toda España, con funciones meramente policiales y su creación no fue bien recibida por militares, la iglesia y la justicia.
En el año 1877 se reorganiza la Policía, con una nueva denominación Cuerpo de Vigilancia, de carácter civil y Cuerpo de Seguridad, de carácter militar.
Mediante la Ley de 8 de marzo de 1941, se procede a reorganizar nuevamente los cuerpos policiales, así, el Cuerpo de Vigilancia, paso a denominarse Cuerpo General de Policía y el Cuerpo de Seguridad, Policía Armada y de Tráfico.
El Cuerpo General de Policía, mantenía realizando funciones de Policía Judicial e información, y actuaba de paisano.
Por su parte, el Cuerpo de Policía Armada y de Tráfico, actuaba de uniforme, siendo conocidos como “los grises”, dado el color de la uniformidad que portaba.
En el año 1977, por primera vez, fueron convocadas plazas para hombres y mujeres para cubrir puestos de forma indistinta en el Cuerpo General de Policía.
Mediante la ley 55/1978, de 4 de diciembre, conocida como la Ley de “Martín Villa”, Ministro del Interior en ese año, el Cuerpo General de Policía paso a denominarse Cuerpo Superior de Policía, siguiendo actuando de paisano, como sus antecesores y el Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico, Cuerpo de la Policía Nacional, con uniforme de color marrón.
Fechas claves destacables en la historia de nuestra Policía es 1979, donde juró el cargo la primera promoción de mujeres en la Policía española, 1980, donde se creó la Escuela Superior de Policía con sede en Ávila, 1983 donde por primera vez se convocó plazas para el ingreso en el Cuerpo de la Policía Nacional, pudiendo concurrir de manera indistinta hombres y mujeres y enero del año 1986 donde partió la primera promoción del actual Cuerpo Nacional de Policía en el nuevo Centro de Formación, y que actualmente recibe el nombre de Escuela Nacional de Policía.
El Cuerpo Nacional de Policía a día de hoy
El Cuerpo Nacional de Policía presenta su estructura y actual denominación en nuestra Constitución Española, concretamente en el artículo 104.
Es de destacar que ya en la llamada Ley de Martín Villa, se establecieron las bases de lo que sería el germen del futuro modelo policial español, siendo lo más destacable la desmilitarización de la Policía Nacional.
Obedeciendo lo dispuesto en el mandato constitucional, en el apartado segundo, del artículo 104, se establecía que “Una Ley Orgánica determinará las funciones, principios básicos de actuación y estatuto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”
Dicha Ley Orgánica, a la que se estaba refiriendo es la 2/1986, de 13 de marzo del año 1986, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
La citada Ley Orgánica 2/86, establece en su preámbulo que “pretende ser el inicio de una nueva etapa en la que destaque la consideración de la Policía como un servicio público dirigido a la protección de la comunidad mediante la defensa del ordenamiento democrático”.
Lo que se pretendía con esta Ley Orgánica, es que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad sean consideradas como un verdadero servicio público, y todo ello dirigido a la protección de la comunidad, mediante la defensa del ordenamiento jurídico, dando así cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 104 de nuestra Constitución de 1978, donde se establece que “Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana”.
Por todo ello, y con el fin de dotar a la institución policial de una organización racional y coherente, la Ley Orgánica 2/86, adopto una medida de enorme repercusión al unificar en un solo cuerpo, el hasta entonces Cuerpo Superior de Policía, con una estructura y régimen civil, con la misión fundamental de la investigación de los hechos delictivos y el Cuerpo de la Policía Nacional, provisto de una estructura y régimen militar, fusionándose en un solo colectivo ambos cuerpos que realizaban funciones similares o complementarias, lográndose de este modo una mayor eficacia en el servicio, naciendo así el actual Cuerpo Nacional de Policía, con carácter de instituto armado de naturaleza civil.
Nueva denominación del Cuerpo Nacional de Policía
Con la entrada en vigor de la Ley Orgánica 9/2015, de 28 de julio, de Régimen de Personal de la Policía Nacional, una de las novedades de su título preliminar y de la ley en general, es la denominación que utiliza cuando se refiere al Cuerpo Nacional de Policía, haciendo suya la más comúnmente usada por los ciudadanos de Cuerpo de Policía Nacional, designación esta que a la vez traslada sus integrantes como Policías Nacionales.
Esta medida tiene como fin último consolidar la imagen corporativa de la institución y contribuir a una mayor y mejor integración en la sociedad a la que sirve nuestra policía, lo cual no es un obstáculo para que el Cuerpo Nacional de Policía conserve su identidad, necesaria para estructurar y consolidar la tradición y continuidad que la institución policial necesita para desplegar su actividad dentro y fuera de España.
Juan Manuel Macías Bernal para h50 Digital Policial