El Centro Nacional de Desaparecidos establece nuevas medidas protocolizadas ante la búsqueda de personas desaparecidas
Nuevo protocolo del desaparecido
El ministro del Interior el Sr. Fernando Grande-Marlaska, el 4 de marzo del presente año, ha establecido nuevas medidas en torno a la búsqueda de personas desaparecidas.
A partir de tal efecto, las Fuerzas de Seguridad del Estado, tendrán un nuevo protocolo en clave de desapariciones. Existen, por tanto, cambios tanto en el modo de hacer la valoración inicial de riesgo, como en lo que respecta a si se encuentran, o no, ante una desaparición forzosa.
Esta nueva línea de trabajo normativa, aboga por el esclarecimiento de los casos sin distinciones y en pro de un trabajo concienzudo y personalizado.
Al mismo tiempo el ministro el Sr Fernando Grande-Marlaska pretende desbancar, de una vez por todas, el mito existente sobre no interponer denuncia en el ratio de las primeras 24 horas. Asimismo, en rueda de prensa, enfatiza la importancia de éstas; resaltando que se presentan como horas cruciales para la resolución de los casos.
Persiguiendo la mejor de las ejecuciones policiales, se ha anunciado la puesta en marcha de una guía que preste especial atención a los momentos primeros de las desapariciones. Ésta será utilizada por los agentes que registran las denuncias pretendiendo esclarecer, dentro de las primeras horas, diferentes parámetros tales como: el círculo próximo a la víctima, si se presenta como una desaparición reincidente, la existencia de malos tratos previos al suceso, amistades peligrosas, así como los antecedentes psicológicos de la víctima.
Los citados parámetros, van a ser aspectos a calibrar de obligatorio cumplimiento.
El Centro Nacional de Desaparecidos, como órgano pionero en España y haciendo uso de la autoridad el Coronel Cereceda como trasmisor del mensaje, insta al conocimiento temprano de estos datos, con el fin de establecer, de un modo más inmediato, el posible riesgo que pueda estar sufriendo la víctima.
No solo la edad, en la actualidad, padecer una enfermedad será también pilar básico a contemplar. Pilares básicos, por tanto. Ambas reseñas se coronan como indicadores que sirvan para la pertinente clasificación del riesgo, es decir, el etiquetaje debido en voluntarias, involuntarias y/o forzosas.
Este protocolo hará que las medidas que se adopten, en clave de desapariciones, huyan de criterios subjetivos que puedan conducir a equívocos y/o malas interpretaciones. De este modo, el tan ansiado protocolo del desaparecido, ofrecerá una esperanza a la ciudadanía y un amparo a los familiares de quienes, en la actualidad, permanecen desaparecidos. Al mismo tiempo, oferta un apoyo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad al estar, en los primeros instantes de la desaparición, ante cierta hoja de ruta.
En esta misma comisión, se ha establecido la existencia obligatoria de un coordinador, de un agente sombra, por cada provincia que vele por la investigación policial, así como por los derechos tanto del desaparecido, como de sus familiares. Esta figura será la encargada de instruir y empatizar con el entorno de la víctima, al mismo tiempo que será el responsable de suministrar la atención adecuada relativa a los distintos casos que tengan lugar en su comunidad.
Hemos de tener presente que datos del Centro Nacional de Desaparecidos apuntan a que, en los último diez años, hay interpuestas 163.733 denuncias por desaparición.
A pesar de ser cierto la resolución de un alto porcentaje de las mismas, existe un remanente importante que engrosa las listas de desaparecidos.
Precisamente, es el Centro Nacional de Desaparecidos el que, en su último trasvase de datos anual, apunta a que, en territorio español, se registran 12.330 denuncias activas de las cuales el 3% llevan consigo la especificidad de alto riesgo.
9 de marzo, Día de las Personas Desaparecidas sin causa aparente