La fecha 11 de marzo de 2004, es una fecha que no pasa por alto en el calendario, todos recordamos dónde nos encontramos o que estábamos haciendo aquella fatídica mañana.
P.D. 193 asesinados y más de 2000 heridos por el atentado terrorista.
Las fotografías
Como si se estuviese revelando el carrete fotográfico de un largometraje del género de terror, van apareciendo unas imágenes, que salpicadas de sangre y lágrimas, nos quitarán el sueño por mucho tiempo. Cada fotograma que se avanza, es peor que el anterior, esta tétrica sucesión de imágenes, nos muestra lo peor de la condición humana (sabiendo que imposible asignarles una pizca de humanidad a esos criminales). En unos, se ven los trenes de cercanías destrozados, los andenes de la estación de Atocha cubiertos de polvo y sus viajeros aturdidos, y en otros, se puede contemplar entre el caos imperante, a los heridos y las víctimas de una barbarie terrorista nunca antes conocida en Europa.
Esas imágenes, se grabaron a fuego en nuestra mente, cada pensamiento de lo sucedido, se tornaba en una interminable pesadilla, regalándonos el retrato más cercano de lo que pensábamos que era el infierno.
P.D. 193 asesinados y más de 2000 heridos por el atentado terrorista
La destrucción de la sociedad
Entre la confusión inicial, hubo muchos que daban palos al aire. Se dijo tanto, y se mintió tanto, que se dio pie a que algunos llevasen la cuestión a su terreno, etiquetándola como mejor les convenía su interés. Fuesen estos, o no, los factores de la mortal ecuación (ETA, AL QAEDA, o algún Grupo Terrorista Marroquí), la destrucción de la sociedad fue el fatal resultado. Un atentado terrorista, un ataque criminal, premeditado e indiscriminado contra toda la sociedad española.
Un atentado terrorista, que no estuvo libre de polémicas, ya que, durante muchos años se han ido alimentando con datos y controvertidas informaciones, teorías y conspiraciones de todo tipo. De manera aséptica, y al margen de la veracidad que se le pueda dar a esas teorías, quedó patente, que el atentado terrorista (voluntariamente o no) volteó las urnas, provocando un cambio de gobierno.
Se pretendió la destrucción del Estado democrático social y de derecho, atacando a su valor más preciado, a su SOCIEDAD
Unos lo vivieron y sufrieron de manera directa y personal, y con una intensidad inexplicable, otros desde el relato y con la información que desde los medios de comunicación iba trascendiendo. De las vivencias surgieron opiniones de todo tipo, unas quedaron interiorizadas y asentadas desde aquellos aciagos días, y otras, han ido modificándose con el tiempo.
Con el paso de los años, en base a esas informaciones y conjeturas, cada uno de nosotros hemos ido formando nuestra opinión, da igual si es una opinión coincidente o totalmente diferente, pero de lo que estoy muy seguro, es que después de una acción, siempre viene una reacción, y en eso coincidimos todos.
Este atentado terrorista sacudió los cimientos no solo de la ciudad de Madrid, sino del país entero. La investigación policial, y la investigación periodística, iban de la mano, las prontas detenciones y la iniciación de un procedimiento judicial mastodóntico, nos mantuvo en vilo, asistiendo expectantes y perplejos con cada jornada judicial en la improvisada sala de la Audiencia Nacional que se ubicó en uno de los palacios de la Casa de Campo.
P.D. 193 asesinados y más de 2000 heridos por el atentado terrorista
Prescripción y olvido
Han pasado casi veinte años, y por lo que parece, todos aquellos que megáfono en mano, lanzaban discursos populistas y se envolvían en gigantescas pancartas gritando “YO TAMBIÉN IBA EN ESE TREN”, ya se han ido olvidando del sentimiento inicial de querer hacer justicia y saber realmente qué ocurrió.
Actualmente, por muy triste que parezca, existe mucho interés en dar carpetazo y pasar página, motivo suficiente para irritar a muchos de los protagonistas que iniciaron aquella legítima lucha por la justicia, y que prendieron una llama eterna, a fin de que ni las víctimas, ni sus familias cayesen en el olvido más cruel. Hoy por hoy, todo el esfuerzo invertido, todo lo peleado, y todo lo sufrido, parece que se ha esfumado.
Estamos llegando a un punto bastante peligroso e indeseable para quien se ha dejado la vida y también la piel en la maratoniana búsqueda de la anhelada justicia. Ni la constancia, ni la perseverancia, ni la determinación con la que se participó activamente en esa ardua búsqueda, han servido en absoluto para obtener una consecución satisfactoria.
La mayoría de investigados han quedado absueltos, los pocos condenados están prácticamente en la calle o esperando salir, y el tedioso proceso, a punto de prescribir. Se ha gastado toda la artillería, incluso los últimos cartuchos que no se tenían, pero todo indica, que salvo un golpe en la mesa última a hora, el sumario del 11M será un montón de legajos llenos de comparecencias, y una causa sin resolver plenamente.
A pesar del empeño que se pone en zanjar burdamente el asunto, se ha de persistir al menos hasta el último momento antes de la prescripción, sin rendición a la vista, hay un mensaje que debemos seguir repitiendo en alto.
“193 asesinados y más de 2000 heridos por el atentado terrorista”
“11M NI OLVIDO- NI PERDÓN”
B.Dias
La triste realidad ,tanta lucha ,tanto sacrificio y esfuerzo por lo que pasamos ….y parece que ya ha pasado todo ,poco recuerdo ,cuando pretendían dinamitar los cimientos de nuestra democracia .
Todos los directamente afectados ahí siguen,un poco solos por ser suave.A los demás ……olvido ,dejadez…..Muy triste .No quedan palabras .
En nuestra memoria siempre 🙏🙏🌹🌹
Tus palabras son plenamente ciertas, están cargadas de razón. Es muy triste que se pretenda pasar página de esta manera tan ruin.
Sin duda, en lo que a mí respecta, siempre seguiré dando voz a las víctimas y a sus familias.
11M Ni olvido, ni perdón