Desgarrador testimonio de la chica brutalmente violada por un boliviano en Igualada

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Ha llenado portadas y supuesto un golpe de realidad, “las lesiones que tenía la chica las vemos más en la sala de autopsias que en una consulta médica”. Podría haber muerto. De esta manera, los médicos, contundentes, han detallado el nivel de gravedad de las heridas que sufrió la víctima tras ser brutalmente violada en Igualada por un boliviano. Los profesionales de la salud han declarado este jueves ante el tribunal de la sección 10 de la Audiencia de Barcelona en el juicio contra Brian Raimundo, quien ya estuvo en la cárcel.

El acusado de violar a una menor de 16 años de edad el pasado 1 de noviembre de 2021 a la salida de una discoteca de Igualada (Barcelona), cometió una verdadera atrocidad. Los expertos encargados de trabajar en el caso, han resaltado lo increíble que resulta que la joven siga viva puesto que su realidad era de “riesgo de muerte inmediata”. Además, aseguran que la chica, que ahora tiene 19 años, sufre un grave trastorno de estrés postraumático.

Por ahora, han sido cuatro jornadas de juicio en las que unos y otros se han sumado a ofrecer su testimonio. Entre ellos, varios peritos que analizaron la conducta del acusado y las secuelas de la joven que tuvo que pasar por el quirófano hasta en cinco ocasiones tras sufrir una fractura craneal. Muchos usuarios se preguntan si saldrán a manifestarse las feministas ante esta brutalidad, ahora que está siendo el juicio. ¿Pedirán cárcel para el agresor?

La víctima de Brian Raimundo, con profundas secuelas dada la complejidad de las heridas -por las que pudo haber muerto-, ha solicitado que el acusado cumpla prisión en Bolivia. A través del programa de Iker Jiménez, Horizonte, declaraba “Me ha dejado unas secuelas de las que nunca me voy a recuperar”, además, afirma tener “el alma rota en mil pedazos, ojalá lo manden a la cárcel de su país”.

Ensañamiento

En el mismo orden de los acontecimientos, un agente de los Mossos d’Esquadra, experto en análisis de conducta criminal ha afirmado que el acusado buscaba “hacer el máximo daños posible a la víctima”, lo que en derecho se conoce como ensañamiento -recogido en el artículo 22.5 del CP-. Este artículo supondría un agravante sobre el delito. Asimismo, sentencia que existió “falta de empatía y arrepentimiento” al dejarla abandonada en el polígono donde la agredió, prácticamente desnuda en “un estado de absoluta fragilidad”

Este factor se incluye dentro de una rama conductual del responsable de esta clase de delitos y es que, según el efectivo, los agresores que atacan mujeres con las que no tienen ningún tipo de vínculo tienen un perfil más violento. “Vimos que era un agresor con víctima desconocida, por lo que encajaba ese tipo de violencia. Tuvimos en cuenta la forma de la actuación y el abandono de la escena”, afirmaba el mosso, quien, además, aseguró no haber visto una agresión sexual como esta nunca.

También detalló una cuestión relevante, la oscuridad, y es que el polígono no ofrece facilidad a la vista, por lo que pudo haberse quedado ahí mucho tiempo de no haber sido hallada por el camionero que dio con ella. A su vez, añadió que el acusado tiene antecedentes por agredir sexualmente a su hermana menor de edad y a dos exparejas, por lo que ha explicado “tiene un conflicto con las mujeres y la forma de resolverlo es a través de la violencia”. Así, ha detallado que este tipo de agresores son más propensos a reincidir por la tipología de sus acciones. ¿Irá a prisión y cuántos años? Se preguntan los internautas.

Depresión y ansiedad

Dentro del mismo marco, cuatro agentes de la Unidad Central de Genética Forense han declarado que durante el caso llegaron a recuperar 109 muestras de prendas de ropa para analizar, encontrando perfiles genéticos que coincidían con los de la víctima.

A su vez, dos psicólogas forenses han afirmado que la joven presenta síndrome de estrés postraumático “derivado de la afectación física”, debido a la gran cantidad de secuelas que favorecieron alteraciones en su estado anímico. “Tiene sintomatología ansiosa y depresiva que condiciona su día a día. Tiene pensamientos suicidas y demás, sueños y recuerdos que condicionan su día a día. Su personalidad estaba en construcción, por lo que esto puede repercutir en su personalidad y causar secuelas”, ha confirmado una de ambas.

El agresor no se reconoce en las grabaciones

A pesar de aparecer, según los Mossos -que han analizado 155 cámaras de vigilancia que barren el perímetro del polígono,  en las imágenes captadas por la seguridad del lugar, Brian Raimundo niega reconocerse ahí, tras haber respondido preguntas de su abogado.

No podía ni caminar y, tras beber mucho y drogarse, se quedó dormido en un banco hasta despertar y buscar en Google Maps dónde estaba su domicilio. Esa es la explicación que dio ante el tribunal, indicando a su vez  que “discutí con un amigo, no me acuerdo muy bien por qué. Seguí bebiendo. Estaba bastante mal, no podía ni caminar“.

Los “problemas con amigos y familiares” son el motivo que llevó al boliviano Brian Raimundo a beber tanto y drogarse aquella noche, detalló, además, que jamás se ha sometido a ningún tratamiento para solucionarlo. En el mismo orden de los acontecimientos, Raimundo añadió que vive en España desde pequeño y que no existe vínculo con Bolivia, donde residen su madre y hermana. Prefirió cumplir su condena en España.

Mantienen la solicitud de 45 años

Acabada la vista de este jueves, la fiscal ha sostenido su solicitud de 45 años de prisión para el acusado y, este viernes, las partes expondrán sus conclusiones finales, antes de que el juicio quede visto para sentencia.

La violación dejó graves secuelas a la entonces menor de edad, que tuvo que permanecer hospitalizada durante un año, recordando todo aquello que los graves incidentes le permitieron recordar, un día tras otro. La joven regresó a casa sola.

En su acusación, la Fiscalía mantiene que el procesado la atacó “de forma sorpresiva” y, durante 20 minutos, añade el ministerio público, el procesado golpeó a la chica en varias partes del cuerpo, mientras la sujetaba con fuerza, y la penetró “de manera brutal”, incluso con objetos, demostrando así su “absoluto desprecio a su condición de mujer”. Tras la violación, propinó a la víctima un “fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente”, la dejó abandonada en el suelo y huyó del lugar.

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